V igilar las consumiciones en una noche de fiesta es una recomendación habitual y necesaria. Lo constata la investigación que está llevando a cabo un juzgado de Zaragoza que está detrás de un envenenamiento con metadona a un joven de 26 años, Pedro Valdivia.

La magistrada del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza, Nicolasa García, ha movilizado a la Brigada de Homicidios de la Policía Nacional para que indague sobre esta muerte que se produjo el 12 de diciembre del pasado año cuando salió con unos amigos por los bares de la calle Fita de la capital aragonesa.

En un primer momento se trató este fallecimiento como una muerte súbita, si bien el caso se acaba de reactivar después de que la madre presentara, a través de su abogado Carlos Fuertes Iglesias, un informe forense para descubrir cuáles fueron las causas que había detrás. Un análisis del doctor José Cabrera demostró que Pedro Valdivia murió como consecuencia de una intoxicación por metadona. Junto a esta droga también se halló un antidepresivo --amitriptilina-- que en sí no tiene una relevancia, pero que en unión con la anterior sustancia estupefaciente aumenta sus efectos.

Un informe refutado por los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), certifica que esta sustancia le provocó un edema agudo de pulmón, junto a un fracaso cardio-respiratorio. También descartan que la víctima consumiera drogas.

SE DESMAYÓ Los amigos con los que salió de fiesta Pedro Valdivia declararon en su momento ante la Policía, señalando que no vieron nada extraño. Sin embargo, ahora todos ellos tendrán que volver a aclarar qué paso cuando, después de cenar y de visitar una galería de arte, decidieron entrar en un bar de esta calle. En dicho establecimiento trabajó una expareja de este joven que puso, según el informe presentado ante el juzgado, varios chupitos a Pedro y a sus amigos, así como un combinado de dos litros de vodka con refresco. Un cubata que compartió con su amigo Cristian.

En un momento dado de la madrugada, Pedro Valdivia se encontró mal y fue a vomitar al baño del local. En su auxilio fueron sus compañeros de fiesta que ante su estado decidieron irse a casa, sobre las cinco de la madrugada. A ellos se unió Miguel, que acababan de conocerle.

Ya en la vivienda, Pedro y Cristian durmieron en la misma habitación. A las horas se despertó otro de los compañeros, Adam, observando que Miguel había desaparecido, por lo que intentó avisar a sus amigos. Solo logró desvelar a Cristian, ya que la víctima, según las declaraciones de los jóvenes ante la Policía , dormía profundamente. Incluso Cristian no acabó de despertarse del todo.

Posteriormente, ambos volvieron a dormir hasta las 10.00 horas que encontraron muerto Pedro Valdivia sobre la cama.

El doctor Cabrera deduce en su informe que pudo haber un envenenamiento por "sumisión química", es decir, que un delincuente administra una sustancia depresora a la víctima para, cuando esta se encuentra sedada, robarle o agredirle sexualmente. Resalta especialmente que las personas que bebieron lo mismo durmieron de forma más profunda.

La diferencia de Pedro Valdivia con el resto es que este estaba bajo un tratamiento para la alergia que le pudo potenciar aún más los efectos de la metadona.