La jueza Esperanza de Pedro, magistrada de la Audiencia Provincial de Zaragoza, ha decidido mantener la situación de libertad provisional de Francisco Canela Grima, el acusado del homicidio del joven rumano Robert Racolti en Ricla en enero del 2016, hasta que se celebre el nuevo juicio con jurado, a finales de abril. La magistrada, que será la presidenta del tribunal popular, entiende que ya cumplió los dos años de prisión provisional y no tiene sentido prorrogarla. Aun así, dadas las graves acusaciones a las que se enfrenta (Fiscalía pide 18 años de cárcel para él, y la acusación particular, 25) le impone la prohibición de salir de España y le retira el pasaporte.

Estas medidas cautelares se añaden a las comparecencias quincenales en el Juzgado de Paz de Ricla, donde reside. De hecho, la jueza cita en su resolución el hecho de que Canela «está cumpliendo con su obligación» de comparecer, como le fue impuesto. Así lo señaló anteayer su abogada, Soraya Laborda, en la vistilla en la que las acusaciones pidieron que fuese encarcelado hasta la celebración del juicio.

La Fiscalía, concretamente, afirmó que el acusado no había llegado a agotar el límite de dos años en prisión provisional, y que en todo caso sería prorrogable hasta por otros dos años, en atención a la gravedad de los delitos que se le imputan, para evitar el riesgo de fuga. Algo en lo que coincidió la acusación particular, que ejercen en nombre de la familia de la víctima -y de la novia de Racolti, también presente en el tiroteo- los letrados Cristian Anghel y Mariano Montesinos.

La jueza, sin embargo, no lo entiende así, y considera que para reducir este posible riesgo de fuga basta con la retirada de pasaporte; sin perjuicio de que, en su caso, se le pudiera detener si se detecta que no comparece en el juzgado u otra circunstancia.

Canela fue condenado por un homicidio por imprudencia, después de que un jurado popular considerase que el disparo se produjo de forma fortuita durante un forcejeo. Sin embargo, en la motivación del veredicto hicieron alusión a pruebas contradictorias, que indicaban tanto la posibilidad de esta pelea como un disparo a distancia, de frente y de arriba abajo, compatible con el asesinato que sostienen las acusaciones.

Por ello, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón consideró que el veredicto adolecía de falta de motivación, y ordenó repetir el procedimiento. Se dio la circunstancia de que, cuando se celebró la vista de revisión, Canela ya había salido de la cárcel al haber superado los dos años en prisión provisional, y además haber sido condenado a cuatro años de cárcel. Esto motivó que se tuviera que celebrar esta vistilla de situación personal, que por ahora no variará.