La magistrada Nicolasa García ha decretado el sobreseimiento provisional del caso tranvía, en el que investigaba una presunta desviación presupuestaria por obras proyectadas pero no realizadas en la construcción de la línea 1 de Zaragoza, presupuestadas en cerca de 2,3 millones de euros. La jueza entiende que durante la construcción se habrían cometido «graves irregularidades administrativas», pero no hay indicios de los presuntos delitos de malversación, fraude o falsedad documental como estaba investigando.

Según repasa la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza en su auto de sobreseimiento, tras interrogar a los cuatro investigados con los que ha contado la causa -la gerente de Los Tranvías, Ana María Moreno, los directores de obra Carlos Luis Blas y Francisco José Calvo-Manzano y el ingeniero José Antonio Carriles-, la no realización de las obras se compensó, en cierta manera, por otras no proyectadas pero que sí se realizaron. Considerando que se trataba de una obra a precio cerrado, no ve relevancia penal.

Además, ve acreditado que el consistorio, que encargó los trabajos y los pagó, estaba al corriente de estas modificaciones. Y ve justificado que la certificación donde figuraban apareció duplicada y sin firma por los avatares de la tramitación. La jueza no niega que la falta de justificación de los cambios sea irregular, pero no la ve delictiva.