Un oficial de la Guardia Civil de Tráfico acudió ayer a juicio rápido en Teruel por un presunto delito de negativa al sometimiento, al haberse opuesto, el pasado fin de semana, a realizar el test de alcoholemia en un control de la Policía Local de la ciudad. El resultado del proceso, sin embargo, no trascendió a las fuentes consultadas.

La Subdelegación del Gobierno en Teruel rehusó confirmar el incidente, aunque fuentes de la institución apuntaron que, caso de haberse producido el incidente, el implicado estaba fuera de servicio. Tanto la Policía Local como el consistorio no ofrecieron detalles de la infracción.

Pero, según confirmaron diversas fuentes, el oficial, que habría llegado a la Comandancia de Teruel en los últimos meses junto con otros mandos, fue juzgado ayer --los miércoles se concentran los juicios rápidos en la ciudad-- por haber rehusado pasar el control de alcoholemia al que quería someterle la Policía Local de Teruel, el último fin de semana.

El delito de negativa al sometimiento a las pruebas de alcoholemia o drogas está castigado con penas de prisión de entre seis meses y un año y retirada del permiso de conducir entre uno y cuatro años. Lo habitual en este tipo de procesos es que el encausado acepte la culpabilidad, a cambio de una reducción de las penas a la mitad --de forma similar a lo que sucede con el pago de las multas--, aunque desde entonces contará con antecedentes por delito contra la Seguridad Vial.