Faustino Sarroca se sentará el próximo lunes en el banquillo de la Audiencia Provincial de Zaragoza por asesinar a su mujer, Rosario Roche, a martillazos, e intentarlo con dos de sus hijos, a uno de los cuales, discapacitado intelectual, dejó malherido con la maza de obra que usó.

La Fiscalía pide para él 46 años de prisión (23 por el asesinato consumado, 13 por el intento del hijo discapacitado y 10 por la otra tentativa) y la acusación particular, que ejercen los hijos, eleva la petición a la prisión permanente revisable por el crimen, además de altas penas por el resto. En todo caso cumpliría 25, y será difícil que los alcance, dado que actualmente tiene 74 años.

Los hechos ocurrieron el 8 de mayo del 2016, en el domicilio familiar de Santa Isabel, que en ese momento habitaba el matrimonio y el hijo disminuido. Según sostienen las acusaciones, Sarroca atacó con un martillo a su esposa y a su hijo cuando se encontraban descansando en el salón de la vivienda después de comer. Ambos desvalidos, el hijo por su discapacidad y la mujer por encontrarse especialmente debilitada debido al tratamiento oncológico que estaba recibiendo por un cáncer de mama.

Tras el ataque, con ambas víctimas inconscientes, Sarroca llamó a su otro hijo, diciéndole que su madre se había puesto muy enferma, con vómitos, y la habían llevado al hospital. El padre le esperó escondido tras las cortinas del salón, y cuando llegó le sorprendió echándole lejía a la cara. Cuando el hijo se llevó las manos a los ojos, por el escozor, también le asestó un par de golpes en la cabeza con la maceta de albañil. Pero el hijo pudo salir y pedir ayuda a su tío y a su primo, que vivían en la casa contigua.

Las víctimas fueron trasladadas al hospital, mientras el agresor era detenido, y la mujer acabó por fallecer en el hospital por las lesiones.