La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgará en mayo a puerta cerrada a J. R. B. P., que permanece en prisión desde abril del año pasado como presunto autor de diversos abusos sexuales a su hijastra de 10 años y a una amiga de esta, de 8, a la que llegó a contagiar un herpes genital.

Según las conclusiones provisionales del ministerio público, el hombre, que mantenía una relación con la madre de la menor desde hacía 7 años, aprovechó la tarde del 23 de marzo del 2016, justo hace un año, en que se quedó solo con su hijastra y la amiga, que también le tenía confianza al ser su madre amiga

de la familia. Entró en el cuarto donde jugaban, les pidió que se quitaran las bragas y se colocaran sobre la cama, manoseándoles los genitales e intentando violarlas analmente, sin éxito. También las forzó a practicarle una felación y, al no lograrlo, se masturbó ante ellas y les mostró pornografía con su teléfono móvil.

A la amiga de su hijastra le contagió un herpes genital, incurable, que condujo a la niña a confesar los hechos cuando su madre la llevó al médico, por los picores.

A la hija de su pareja le hizo alguna otra proposición sexual e intentó en otra ocasión que le practicara sexo oral, pero la niña pudo refugiarse en el baño.

Por todo ello el hombre, defendido por Juan Carlos Macarrón, afronta una pena de 19 años, similar a un asesinato, por las agresiones sexuales, lesiones y exhibicionismo.