--¿Cómo se ha recibido en el mundo académico la noticia de la posible exhumación?

--Me alegro mucho por estas familias. Es lo mínimo que se puede hacer en una democracia. También servirá para dejar claro lo que pasó en el Valle de los Caídos: allí está Franco y mucha gente que fue llevada de forma clandestina. No se puede permitir el falseamiento de que en ese recinto empezó la reconciliación.

--¿Cree que finalmente se podrá llevar a cabo?

--El trámite ahora para recuperar los restos será muy complicado. Hay agua y humedad, está en mal estado. Pero esto es un paso importante. Es bueno abrir caminos. No estamos hablando de remover los muertos del pasado. Es lo mínimo que tiene que hacer una administración pública para reparar los pasados traumáticos. Las víctimas tienen que tener información y se tiene que hacer pública.

--¿Habrá problemas con los gestores del Valle de los Caídos?

--Los benedictinos siempre han puesto problemas para conocer el registro de entrada de cuerpos en el Valle de los Caídos. No han dejado que un historiador lo pueda estudiar de arriba a abajo para decidir quiénes están registrados como combatientes franquistas y quienes entraron de forma clandestina. En muchos de ellos robaron los restos y no se conocen ni sus nombres.

--¿Qué se encontrarán los familiares cuando finalmente accedan a la cripta?

--La familia se va a encontrar el problema de que como todos los restos están mezclados será prácticamente imposible identificarlos. Se van a encontrar con miles de restos. Pero independientemente del proceso, hace tiempo que un Gobierno de la democracia debería haber adaptado el Valle de los Caídos para que la gente que acude ahí como turistas no se lleven la idea franquista o falseada, si no la realidad de cómo se construyó y qué fue el Valle de los Caídos.

--¿Cómo valora la figura actual del monumento?

--Esta democracia no sabe qué hacer con el Valle de los Caídos. Desde hace tiempo se tendría que haber desmontado el mito de que el recinto se levantó como un homenaje a los muertos de la guerra civil, cuando es algo para mantener la memoria de Franco, Es una simbiosis clarísima entre el poder de la religión y la política. Y por último, dado que ahí se llevaron cuerpos de forma clandestina, hace tiempo que se debería haber hecho un esfuerzo para identificarlos y decirles a las familias lo que se puede hacer. Lo que no es tolerable es el silencio, la falta de información y no haber tomado ninguna decisión política.

--¿El presente auto judicial es una forma de avanzar en estos aspectos?

--La sentencia actual únicamente fijará hasta dónde puede llegar la justicia española para abrir las criptas. El resto del trabajo dependerá del gobierno que llegue. Si tiene interés en avanzar en estos puntos, sin entrar en debates secundarios sobre el enterramiento de Franco, que para mí es algo secundario y político. El gran tema es lograr que no falsee nadie la historia y retribuir de forma política todas las mentiras y robos. A las familias les robaron los cuerpos y los depositaron en el valle.