El presidente de la Junta de Personal del hospital Miguel Servet, García Erce, acusó ayer a la gerencia del centro de mantener una actitud "dictatorial" en el conflicto que se ha producido en torno a los programas de autoconcertación --intervenciones de tarde-- con el personal de Traumatología y Anestesiología.

García Erce aseguró que el ultimátum lanzado por la gerente, Luisa Noeno, de contestar en el plazo de 48 horas sobre su continuidad o no en el programa de autoconcertación, paralizado desde hace dos meses, ha sido remitido también a la plantilla de anestesiólogos. "El tono es amenazante y creemos que está motivado por la incertidumbre de no alcanzar el cumplimiento con las listas de espera de junio", indicó.

Por su parte, desde la gerencia del hospital se declinó realizar declaraciones al respecto y se señaló únicamente que se estudiará la carta de respuesta remitida ayer de forma unánime por los traumatólogos que hasta hace dos meses operaban algunas tardes al mes.

INCREMENTO SALARIAL En la misma, los profesionales exigen un incremento en la percepción económica por estas intervenciones --que actualmente es de 300 euros por tarde--, al considerar que esta cantidad es menor que la que se recibe en otros centros del Salud, a pesar de que el Servet es referente y atiende los casos de mayor complejidad. En la misiva se asegura que están dispuestos a reiniciar el programa de autoconcertación si la compensación económica es acorde con la complejidad de los procesos.

Los traumatólogos y anestesistas que participaban de forma habitual en la autoconcertación acusan a la gerencia del hospital de utilizar constantes amenazas. Además de la carta, añaden las realizadas de forma verbal a los facultativos con contratos temporales o a los que se encontraban inmersos en la OPE extraordinaria.

Igualmente, reclaman que se asegure la adecuada atención a los pacientes, al considerar que los implantes utilizados cuando son derivados a centros privados no son de la misma calidad que los utilizados en el propio hospital, lo que en ocasiones repercute en agravamiento de procesos en unos años, que debe afrontar de nuevo el Servet.