Ya es una realidad que el hospital Militar de Zaragoza (técnicamente hospital de la Defensa) ha pasado a ser un centro sanitario del Salud. Era algo previsible, deseado por ambas partes y, finalmente, oficializado la semana pasada con la publicación del convenio entre el Ministerio de Defensa y el Gobierno de Aragón en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Sin embargo, la integración no es tal en numerosos conceptos. Están juntos pero no revueltos. Así se puede comprobar en la última página del documento, donde se esgrime una clara separación de gastos entre administraciones. Correrá a cargo de Defensa el mantenimiento de los edificios, así como la conservación de la maquinaria o las reparaciones «hasta que estas sean posibles», especifica el convenio. Respecto al mobiliario y enseres, cada parte se hace cargo de lo suyo, lo mismo pasa con los equipos de información.

Revistas, prensa, publicaciones periódicas o material de oficina no se pagarán de un fondo común, sino que la DGA sufragará las suyas y Defensa hará lo propio con este gasto. Lo mismo pasa con el transporte y las dietas, que se abonarán de forma separada entre administraciones.

El uso del teléfono se restringe. El Gobieron de Aragón pagará sus propios medios telefónicos, mientras que Defensa abonará el «teléfono fijo y móviles» del personal militar. Esta misma diferenciación está en el vestuario de los trabajadores y también en el gasto de lavandería.

Jardinería, seguridad y luz

La jardinería y la seguridad del entorno del hospital Militar será a cuenta de Defensa, lo mismo que los gastos de luz, agua, gas o combustible. También los tributos locales, autonómicos y estatales los abonará el Estado.

Por su parte, el Salud se hace cargo de todos los gastos en productos alimenticios, farmacéuticos, implantes, material de laboratorio, de radiología, reactivo o instrumental y pequeño utillaje sanitario.

El hospital es ahora referencia para las más de 70.000 personas que residen en las zonas básicas de salud de Valdespartera, Montecanal, Romareda, Seminario, Casablanca y Torrero. En cuanto a personal, el Militar aporta 359 trabajadores —entre personal militar, civil y laboral— y unas instalaciones con 136 camas funcionantes, una uci de seis puestos, cinco quirófanos y hospital de día con 12 camas. Asimismo, se facilita que exista con el hospital Miguel Servet una coordinación e integración funcional de los profesionales y de la cartera de servicios.