El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) tendrá que aceptar la última sentencia firme del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de la capital que desmonta sus argumentos y anula una sanción impuesta a la empresa encargada del servicio de limpieza (FCC) y reduce la multa de otra, de los 5.000 a los 1.200 euros.

En este último caso, el Gobierno de Zaragoza aprobó sancionar a la contrata por incumplir los pliegos de condiciones tras la denuncia registrada por un inspector el 12 de noviembre del 2016 en la que informaba de que tres camiones de limpieza estaban estacionados y sin conductor en el acceso al cementerio de La Cartuja mientras deberían haber estado prestando el servicio. Según las alegaciones de FCC, los operarios de los tres vehículos «hicieron una parada para tomar café en un establecimiento» cercano a las instalaciones. El conductor del camión asignado a limpiar las pintadas admitió que no detuvo el coche por una avería, sino «por que había quedado para tomar café». Fue al intentar arrancarlo, y tras esta pausa, cuando no funcionaba.

Los trabajadores asignados al furgón de prerrecogida y a la barredora también admitieron que habían estacionado en el vial de acceso al cementerio para tomarse un café. Su descanso duró hasta las 15.00 horas, cuando retomaron el servicio. Solo el camión destinado a las pintadas estuvo parado hasta las 15.45 horas, cuando fue retirado para trasladarlo al taller. El juez incluye en su fallo que los tres operarios admitieron su «irregularidad». Expone que se trata de un incumplimiento del contrato, aunque «no se trata de una ocultación deliberada por parte de la empresa (...), sino de una actuación indebida de los trabajadores». Respecto a la supuesta ocultación de los vehículos, el juez apunta que, dado que se trata de un «incumplimiento» o «exceso» por parte de los empleados, ya que acababan de empezar el turno, optaron por no aparcar cerca del bar, si no en una zona apartada. Sin embargo, un inspector municipal vio los vehículos.

Por otro lado, se anula la sanción interpuesta a FCC por permitir, supuestamente, que «un mismo conductor sacase de las instalaciones para prestar servicio dos vehículos distintos».

La empresa invocaba un error a cargo del inspector. Según el juez, «no tiene sentido» que un operario trabajara con las dos barredoras. Además, añade que una de ellas se encontraba en el taller esa misma tarde. Concluye que, en caso de que fuera vista, sería durante su traslado al taller de la empresa.