El Justicia de Aragón se posicionó ayer a favor de no trasladar la fecha de celebración de los exámenes de recuperación de ESO y Bachillerato, que, según Fernando García Vicente, deberían seguir realizándose en septiembre y no pasar a junio como sostienen diversos sectores de la comunidad educativa. Así lo ha expuesto la institución en sus alegaciones al proyecto de orden sobre evaluación en estas dos etapas educativas.

Para el Justicia, las pruebas extraordinarias deben llevarse a cabo de la misma forma que desdesde el 2012, es decir, en septiembre y antes del inicio de las actividades lectivas del curso siguiente. Argumenta que, «desde el momento en que un alumno tiene conocimiento de los resultados finales hasta la realización de las pruebas extraordinarias, es imprescindible que transcurra tiempo suficiente para que los alumnos que las han de realizar puedan revisar y estudiar más a fondo las materias no superadas».

Además, expone que el interés del menor es «preferente» y añade, como otra de las razones para defender la continuidad de la programación actual que no coincidan los procesos de revisión de calificaciones finales con la realización de las pruebas extraordinarias «para evitar que un alumno tenga que presentarse a la prueba extraordinaria sin que se haya resuelto su reclamación, con las consecuencias negativas que de ello pudieran derivarse».

«Durante los años en que las pruebas extraordinarias se realizaban al finalizar el curso escolar -desde el 2003 al 2011-, dada la proximidad en el tiempo con la última evaluación, gran parte del profesorado había reconvertido la prueba extraordinaria en un examen de suficiencia, como los que se realizaban a los alumnos del extinto BUP», indica.

En este sentido, recuerda que esos alumnos de BUP «disponían además de sus correspondientes exámenes de septiembre por lo que, con las fechas fijadas en los proyectos de orden para que se realicen estas pruebas, en la práctica, la Administración está privando a los alumnos aragoneses de una verdadera prueba extraordinaria y del tiempo necesario para la preparación de la misma», asevera.

Por otro lado, el Justicia sugiere que los alumnos que han seguido el Programa de Mejora del Aprendizaje y del Rendimiento, dirigido a estudiantes que presentan dificultades relevantes de aprendizaje, puedan incorporarse a 4º de ESO «en un grupo específico con pautas similares a las del programa que han estado cursando, con una metodología individualizada y ajustada a sus necesidades para alcanzar los objetivos fijados para la obtención del título de Graduado en ESO».