Cinco presuntos integrantes de una red de estafadores a través del sistema conocido como phising (suplantar la identidad del banco, por internet) se sentaron ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial de Zaragoza, con peticiones de condena de entre cuatro y seis años de cárcel por su supuesta participación en la trama.

Dos de ellos, de hecho, la reconocieron, alcanzando acuerdos de un año de prisión. Pero el resto argumentaron que no conocían su papel al prestar las cuentas bancarias a familiares o conocidos. Unos argumentaron que estos les dijeron que les debían dinero, otros que eran para juegos en internet.

Junto a ellos deberían haber estado otros tres acusados, entre ellos un hombre ya condenado en dos ocasiones por estafa, y que está prófugo (las otras estaban enfermas). Pese a ello, los magistrados optaron por celebrar la vista.