Nueve menores de Calatayud sentaron ayer en el banquillo a un vecino suyo por supuestamente abusar sexualmente de ellos. La vista oral, celebrada en la Audiencia Provincial de Zaragoza, se celebró a puerta cerrada, después de que la Fiscalía lo solicitara por entender que es necesaria una especial protección al ser un caso que afecta a niños.

Los hechos ocurrieron durante los años 2012 y 2013 cuando, según la acusación pública, José M. B. consiguió ganarse la confianza de los muchachos, acercándose a ellos en torneos de fútbol, en bares y a través de las redes sociales. Supuestamente, les invitaba a acudir a su domicilio para jugar a videojuegos, ver la televisión o tomar refrescos.

Desde las primeras visitas, según denunciaron los menores, les proponía ver películas pornográficas y a masturbarse en grupo, accediendo en muchas ocasiones.

El episodio más grave que describe la Fiscalía fue el ocurrido a un chico de 13 años al que invitó a ver el fútbol. La relación de amistad fue aumentando hasta que un día "consiguió que se masturbaran mutuamente o que practicaran sexo oral".

No quedó aquí el supuesto abuso, ya que un día este menor se quedó dormido en el sofá y este aprovechó este hombre de 35 años para bajarle los pantalones y penetrarle. La víctima le pidió que parara porque le estaba haciendo daño, según afirmó.

Por todo ello, la Fiscalía solicitó 37 años de prisión por abusos sexuales, exhibicionismo y muestra de material pornográfico a menores. El abogado defensor, Miguel Redón, negó inicialmente los hechos.