Ángel Oswaldo M. P. fue juzgado ayer por encañonar a un agente de la Guardia Civil durante una reyerta ocurrida en las fiestas de Villamayor de Gállego, en febrero del año pasado. La trifulca se saldó con tres detenidos, entre ellos su amigo Alejandro P. L., actual líder de los Dominican Don’t Play. Pero lo que ayer se dirimía en el Juzgado de lo Penal número 5 fue exclusivamente si él apuntó con un arma de fuego simulada al agente, algo que la Fiscalía considera delito de atentado y por el que pide año y medio de cárcel.

El joven explicó que, en mitad de la pelea, cogió la pistola que había tirado al suelo otro joven y la usó para intentar apartar a la gente. Estaba «muy nervioso», explicó, y cuando se dio cuenta de que quienes le rodeaban eran guardias civiles, la soltó. El agente, por contra, afirmó que no la soltó y le dijo «baléame», pero al final se la quitó al ver que no estaba amartillada. Su letrado, Carlos Vela, pidió su absolución.