La Audiencia de Zaragoza juzgó ayer a un hombre por ofrecer dinero a una niña de 13 años, hija de su expareja sentimental, a cambio de mantener relaciones sexuales. El procesado, Sergio T. I., lo hizo, supuestamente, a través de mensajes de Whatsapp que fueron empleados por el padre para interponer la denuncia.

El encausado negó los hechos, pero la Fiscalía le quiso leer las conversaciones por los que le pide una pena de 3 años de prisión para ver su reacción. Destacó, entre otros, los siguientes mensajes: «Me da la impresión de que piensas que te voy a pedir echar un polvo, o qué sé yo (…) perdona mi lenguaje, no me acordaba de que tienes 13 años (…) como mucho una pajilla», «algo podrás poner de tu parte: te puedes ganar 50 o 100 pavos por algo que ya hemos hecho gratis», «yo descansaré y tú te ganarás un dinerito extra» o «borra la conversación que como nos pille tu madre nos medio mata».

Ante ello, Sergio T. I. admitió haber enviado solo algunos de ellos, pero le pueden llevar a ingresar en la cárcel. Destacó que el dinero en cuestión que le ofreció fue para que hiciera un reparto de publicidad de su negocio y que le pidió secretismo para que «su madre no se lo quitara» y «se pudiera comprar cosas porque era como mi hija».

La menor, por su parte, aseguró que nunca había repartido publicidad con la expareja de su madre y que cuando se dio cuenta de que le estaba haciendo proposiciones sexuales le envió los mensajes a su novio, a la pareja de su padre y a su madre antes de borrarlos de su teléfono móvil. Fue la actual esposa de su progenitor quien imprimió los whatsapps y se los enseñó al padre, quien interpuso la denuncia.

El progenitor de la joven también quiso destacar que el acusado se puso en contacto con su expareja, reconoció los hechos y pidió disculpas. No obstante, resaltó que en un primer momento quiso echar balones fuera y que llegó incluso a decir que le piratearon el teléfono móvil. Desde la defensa de Sergio T. I. pusieron en duda las pruebas que sustentan la acusación del ministerio público, ya que el terminal empleado en la comisión del supuesto delito no fue analizado.