La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgó ayer a un hombre y a su nueva esposa por, supuestamente, impagar durante dos años la manutención de su hijo. Javier C. S. y Paloma L. C. fueron acusados de poner la mayoría de sus bienes a nombre de ésta para aparentar insolvencia y dejar de abonar la pensión compensatoria de su ex y la del menor. Ella habría urdido el plan.

Los dos procesados lo negaron y señalaron que esta reclamación que realizó el abogado de la acusación, Francisco Javier García Berenguer, debería tratarse en la vía civil y no en la vía penal, como fue finalmente. No obstante, este letrado solicitó cuatro años y medio de prisión para este hombre y cuatro años para ella por los delitos de insolvencia punible y abandono de familia. La Fiscalía pidió un año menos de cárcel.

Todo parte del año 2009, según las acusaciones, cuando el Juzgado de Primera Instancia número 5 de la capital aragonesa determinó en el procedimiento de divorcio que el padre debía abonar mil euros mensuales por los gastos de alimentos de su hijo. Una imposición que recurrió ante el tribunal provincial, que rebajó esa cantidad a 800 euros. Fue en noviembre del 2010.

Entonces, Javier C. S. se hizo cargo de esta obligación hasta mayo del 2013 cuando, según el ministerio público, comenzó a dejar de pagar. La situación se mantuvo hasta febrero del 2014, cuando definitivamente cerró el grifo. El dinero que adenda ascendería a 17.550 euros, según el abogado de la acusación particular.

VIVIENDAS El juez del divorcio también señaló que tenía que hacer frente al pago de la hipoteca y al resto de pagos de la vivienda familiar -- situada en la urbanización La Floresta de Zaragoza--, puesto que era él el único titular.

No fue el único acuerdo con respecto a las propiedades, ya que decidió que, en vez de pasar una manutención de mil euros a su exmujer, fuera pagando la parte de la hipoteca que le correspondía a esta en la adquisición de otra casa en Montecanal. Tres cuotas, según le comunicó el banco, no se las abonó. Lo peor fue, según señaló el abogado de la acusación, que la entidad había rescindido el crédito y sacar a subasta el domicilio.

Durante la vista salió a colación que, aprovechando que Javier C. S. y Paloma L. C. hicieron separación de bienes, el hombre puso a nombre de la nueva esposa el 50% de esa vivienda situada en la avenida de la Ilustración. Al parecer, según las acusaciones, no fue la única, sino que hizo lo mismo con otra situada en el residencial Sierra de Irta de Xibert-Alcoceber (Castellón). Por otro lado, también le donó a la acusada un piso situado en la céntrica calle San Jorge de la capital aragonesa. El caso quedó visto para sentencia.