La Policía ha detenido a seis integrantes de un clan familiar del barrio zaragozano de Juslibol, que presuntamente iban a distribuir el kilo de heroína que dos de ellos transportaban desde Madrid. Allí, en el conocido asentamiento ilegal de la Cañada Real, arrestaron a otras dos personas, proveedoras de la droga ,y se incautaron de algo de marihuana y también de un arma de fuego en su vivienda.

Los investigadores de la Unidad contra la Droga Y el Crimen Organizado (UDYCO) de Zaragoza llevaban tiempo detrás del clan familiar de Juslibol, del que conocían que distribuía droga al menudeo en varias poblaciones aragonesas, principalmente en las provincias de Zaragoza y Huesca.

Finalmente determinaron quién hacía de intermediario entre estos distribuidores y su proveedor principal, residente en el conocido asentamiento chabolista de la Cañada Real Galiana, según fuentes policiales.

Les siguieron en varios viajes, en los que supuestamente estaban preparando los detalles de una gran transacción y recogiendo pequeñas cantidades de heroína, para probar su calidad antes de adquirir una gran cantidad.

Finalmente, por lo visto, les gustó, y acordaron que el responsable del grupo viajaría de nuevo a Madrid para comprar una gran cantidad de estupefaciente. La Policía ubicó la parcela donde se iba a realizar el intercambio, y siguió a los dos traficantes zaragozanos --el líder y su acompañante-- hasta detenerlos en el coche, en el que llevaban un kilo de heroína.

La segunda parte de la operación se centró en la vivienda de los proveedores. Allí arrestaron también a los dos y encontraron algo más de droga, unos cien gramos de marihuana, concretamente. En la misma casa intervinieron una escopeta del calibre 22 con varios cartuchos.

Finalmente, los agentes detuvieron a otros cuatro traficantes del clan familiar zaragozano en el barrio de Juslibol, aunque la Policía no indicó que encontrasen cantidades importantes de droga o armas en sus domicilios.

La investigación, llevada a cabo y coordinada por agentes de la Brigada Central de Estupefacientes, contó con la colaboración de la UDYCO de Madrid además de la de Zaragoza, el Grupo Operativo de Inspecciones Técnicas --para el análisis del vehículo-- y la Policía Municipal de Madrid.

Se trata de uno de los alijos más grandes de heroína decomisados en Aragón en los últimos meses. Una droga cuyo consumo había venido cayendo en las últimas décadas, por su alto precio y su alto grado de adicción, pero que parece estar volviendo a figurar entre los decomisos habituales de las fuerzas de seguridad, a juzgar por las informaciones que publican regularmente tanto la Policía como la Guardia Civil.