Zaragoza puede quedarse sin marquesinas de autobús. Y sin mupis, sin termómetros... Sin mobiliario urbano. El motivo es la finalización del contrato con la empresa JC Decaux, propietaria de las mismas y explotadora de la publicidad que se expone en ellas.

¿Las causas? Dos: los derechos de Decaux que al ser la dueña del mobiliario se lo puede llevar una vez finalice su contrato y el descenso de publicidad. Cada vez hay menos anunciantes, fuente de ingresos de esta filial de El Mobiliario Urbano SA, así que la contrata ha decidido no prorrogar su relación contractual con el Ayuntamiento de Zaragoza.

Tampoco quieren mantener el compromiso con el consistorio desde Cemusa, concesionaria encargada de la señalización circunstancial o instalado de vallas de protección. Esta es la única cuyo contrato ya finalizó el pasado 16 de abril pero que, por obligación y al contemplarse en las condiciones, tiene que prestar servicio hasta que el ayuntamiento lo saque a concurso y se adjudique a otra empresa manteniendo las mismas condiciones que durante la vigencia de su contrato. El 29 de septiembre finalizó el compromiso vigente con JC Decaux para el rendimiento de las marquesinas. El último en caducar será el de la explotación de los relojes y termómetros de Zaragoza.

EN PLENA CRISIS

La responsable de Servicios Públicos, Carmen Dueso, aseguró que el motivo de que las empresas no hayan querido prolongar su servicio con el consistorio no es otro que el descenso de la publicidad, repercutiendo en sus ingresos. "Sin publicidad ninguna quiere la negociación de la prórroga" por que lo que, añadió, "vamos a mantenerlas --las concesiones-- el tiempo posible y buscar soluciones". Dueso quiso recalcar que el ayuntamiento "no va a dejar a Zaragoza sin las prestaciones" que ofrecen, pero "la situación es la que es" y no hay ingresos por publicidad.

Según fuentes municipales, los nuevos pliegos para el mobiliario urbano ya se están preparando y el objetivo es sacarlos a licitación pública con la máxima brevedad. Aún así, la ciudad seguirá con estos servicios.

Dueso explicó que el contrato firmado con JC Decaux y las condiciones de sus pliegos tienen un problema añadido. "Es un contrato heredado por el PP", informó, en el que las marquesinas han sido una inversión propia de la empresa por lo que, una vez finalizado su contrato, JC Decaux se "las puede llevar".

Y aunque el PP insiste en que no lo harán, la responsable de Servicios Públicos confesó tener un informe en el que la concesionaria asegura "todo lo contrario". Así, la nueva empresa tendría que asumir el coste de las marquesinas de autobús. Este "peculiar" contrato, como calificó Dueso, exige una "inversión muy alta" por lo que es un obstáculo a salvar.