Río Aragón denunció ayer que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha admitido por vez primera que el deslizamiento de la ladera derecha del embalse de Yesa, que ha provocado el desalojo de una urbanización de 60 viviendas recientemente, no se debe únicamente al prolongado episodo de lluvias, sino que también podría tener que ver la obra que se está realizando para recrecer este pantano, la inestabilidad histórica del terreno y las obras de la autovía Pamplona-Huesca.

Esta plataforma opositora al embalse por considerar que tiene graves afecciones medioambientales y sociales se hace eco de una información del diario Noticias de Navarra en las que se indica que el director de obras del recrecimiento, René Gómez, admitió a los vecinos desalojados que el deslizamiento de esta ladera podría deberse a otras causas ajenas a las abundantes lluvias del último mes.

En cualquier caso, Gómez se remitió a un informe técnico que podría tardar dos meses y en el que se definirían con más exactitud las causas de este corrimiento, cuyas obras de estabilización suponen otros diez millones de euros de una obra que ya se presupuestó en el 2010 por 113 millones y que sucesivos modificados ante la inestabilidad de las tierras han elevado su coste hasta los 376.

Río Aragón acusó al presidente de la CHE, Xavier de Pedro, de mentir al respecto de las obras de consolidación de esta ladera, asentada sobre una falla y que ha dado más de un problema. En recientes declaraciones, De Pedro garantizaba que se avanzaba en las obras para asentar este terreno y achacaba a las lluvias un problema que se iba a solventar y que ya estaba remitiendo. A juicio de la opositora a los embalses, las declaraciones del director de obra evidencian que el máximo responsable del organismo de cuenca "miente".

Ante estas nuevas evidencias, Río Aragón y Coagret volvieron a reclamar la paralización y abandono definitivo del proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa, que genera además una fuerte oposición en los municipios afectados.

ASUME EL COSTE DEL REALOJO Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Ebro asumirá el coste del realojo de los nueve vecinos que viven de forma fija en la urbanización Lasaitasuna, completamente afectada por las grietas tras el deslizamiento de la ladera. Esta zona residencial está formada por 60 inmuebles. Asimismo, las afecciones han provocado que tenga que buscarse un nuevo punto de acceso a una urbanización en la que habitan de forma permanente 26 familias que no han tenido que ser desalojadas tras este último episodio.