La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha defendido en varias reuniones informativas celebradas ayer y hoy con las partes afectadas que el embalse en el río Bergantes es la mejor de las siete alternativas estudiadas para dar seguridad a la presa de Calanda y poder laminar las avenidas.

El presidente de la CHE, Xavier de Pedro, ha explicado en estos encuentros, con los que busca "el máximo consenso", que el futuro embalse es el mejor de las siete alternativas estudiadas, según informa la Confederación en un comunicado.

El embalse, según la CHE, dará seguridad a la presa de Calanda para poder contener el volumen de agua previsto en condiciones extraordinarias de máxima avenida.

Además, contribuirá a laminar los máximos volúmenes de avenidas que fluyen en el río Bergantes reduciendo los riesgos de inundación a lo largo del recorrido.

De Pedro se reunió ayer con la corporación municipal de Aguaviva (Teruel), en cuyo término municipal se construirá el embalse, así como con miembros de la plataforma de afectados "El Bergantes no se toca" y otros particulares también considerados afectados.

Por su parte, durante la jornada de hoy, ya en Alcañiz, se ha reunido primero con la presidenta de la Comarca del Bajo Aragón, Ana Belén Andreu, y con el resto de alcaldes de la Comarca; posteriormente con representantes del Sindicato de Riegos del Guadalope y por último, con una representación de empresarios de la zona.

De Pedro ha presentado en estas reuniones un avance del informe para responder a las casi 3.600 alegaciones presentadas sobre las dudas planteadas en el proyecto, que está incluido en el documento del Plan Hidrológico de la Demarcación del Ebro y en el Pacto del Agua de Aragón.

Ha asegurado que se han estudiado hasta siete alternativas y según los análisis, la presa propuesta reduce hasta en 1,5 millones de euros las pérdidas materiales y en más de un 50 % los riesgos para vidas humanas en episodios de avenidas extraordinarias, frente lo que sería la construcción de un aliviadero de emergencia en Calanda.

Además, el responsable del organismo de cuenca ha garantizado que no se expropiará toda la zona potencialmente inundable y se podrán mantener los usos con ciertas limitaciones, y ha recordado el compromiso con el desarrollo de su plan de restitución.

De Pedro ha explicado que esperan enviar el proyecto al Ministerio de Medio Ambiente este mismo mes de noviembre, para que la Dirección General de Evaluación Ambiental emita su declaración y se pueda elaborar el informe de seguridad de presas.

"Entre tres y seis meses sería el plazo razonable para que este proyecto tenga luz verde", y a partir de ahí comenzará la licitación, algo prioritario para la Confederación "por la seguridad de las personas, de las poblaciones y de las infraestructuras", ha apuntado el presidente de la CHE.