La Confederación Hidrográfica del Ebro ha recibido más de 1.600 alegaciones al plan hidrológico de la cuenca. La mayoría de ellas se centra en el programa de medidas para las infraestructuras hidráulicas. Otro gran bloque corresponde a los caudales ecológicos fijados para los ríos y que en este plan, a diferencia del de 1992, tiene en cuenta las características de cada uno de ellos y las distintas estaciones del año y no marca una cifra fija para los doce meses. No todas son para matizar o intentar rectificar datos incluidos en el documento, ya que hay también varias para ratificar los mismos.

Aunque el plazo para presentar alegaciones acababa el 12 de noviembre, la ventanilla única siguió recibiendo documentación de particulares que han expresado sus puntos de vista sobre el extenso documento que planifica la gestión del Ebro para los próximos años. A partir de ahora, los técnicos que han redactado la propuesta de proyecto del plan hidrológico de la cuenca del Ebro revisarán todas.

Su dictamen se incluirá en el informe de alegaciones con el que concluirá el plazo de información pública y el documento seguirá su tramitación administrativa, que incluye como últimos pasos el informe de la Abogacía del Estado antes de que lo apruebe o no el Consejo de Demarcación del Ebro (en el que están incluidos todos los agentes y administraciones implicados) y este lo eleve al Ministerio de Medio Ambiente. Aunque no hay fecha para cerrar el proceso, la intención ministerial es que esté definitivamente durante el 2013.

Aunque hay un buen número de alegaciones individuales procedentes de las nueve comunidades que integran la cuenca, predominan las de los Gobiernos autonómicos, ayuntamientos, organizaciones agrarias y ecologistas, comunidades de regantes y partidos políticos. Los técnicos de la confederación están valorando la posibilidad de remitir contestación una por una, aunque tampoco se descarta hacer respuestas colectivas. Fuentes del organismo destacan el elevado nivel en el razonamiento de la gran mayoría de los recursos presentados. El número de alegaciones tampoco es excesivamente elevado. En el 2001, el polémico Plan Hidrológico Nacional que incluía el trasvase de 1.053 hectómetros cúbicos recibió más de 95.000, si bien dos tercios fueron a través de campañas mediáticas de oposición.