Las intervenciones quirúrgicas de obesidad mórbida se han incrementado en los últimos cinco años un 41%. A falta de cerrar los datos del 2010, en el año anterior se operó a 209 pacientes en hospitales públicos y privados de la comunidad, pero es el sector privado el que más tirón está ejerciendo, sobre todo porque la lista de espera en los centros públicos puede oscilar entre dos y tres años de demora. Además, la reducción del riesgo en estas intervenciones --las complicaciones han disminuido notablemente-- ha motivado que un mayor número de afectados se decidan a pasar por el quirófano.

La rapidez con la que se opera en los hospitales privados ha provocado el reparto del total de estas operaciones en la comunidad. Los centros públicos en el 2005 eran los que más intervenciones realizaban, situación que se ha repetido a lo largo de estos años, pero la tendencia se ha invertido y ya en el 2009 se han acercado los datos entre ambos. En el ámbito público se realizaron el 50,72% de las intervenciones y en el privado, el 49,28%.

Así, en el ámbito privado, se intervino a 106 pacientes. El hospital que más operaciones realizó fue la Clínica Montpellier con 85, el 40,67% del conjunto de hospitales y el 80,19% de los privados. El doctor Joaquín Resa, que coordina la Unidad en la Clínica Montpellier y trabaja en el hospital Royo Villanova, opera más del 50% de todos los pacientes que se intervienen en la comunidad.

MENOS MIEDO Tal y como avanza Resa, los datos del 2010 todavía harán despegar más las cifras, ya que solo la Montpellier casi ha duplicado el número de intervenciones con respecto al 2009. Han pasado por quirófano más de 150 personas con obesidad mórbida frente a 85 del año anterior. En el Royo Villanova, el hospital que más intervenciones realiza, se ha mantenido idéntica la cifra, con 52 operaciones.

"La cirugía de obesidad mórbida ha mejorado mucho y el miedo que antes existía a operarse ha disminuido notablemente", explica Resa. Las personas que deben pasar por quirófano deben reunir varios requisitos. Entre ellos, tener un Índice de Masa Corporal (IMC) --peso dividido por la altura en metros al cuadrado-- superior a 35 y tener patologías como la diabetes, hipertensión o colesterol; tener un IMC superior a 40; o inferior a 30 pero diabetes, casos en los que se obtiene un beneficio importante para el paciente.

Casi la mitad de los casos con estas indicaciones apuestan por un centro privado y la diferencia es notable en las demoras. Un caso sin excesivas complicaciones puede tardar en llegar al quirófano de dos a tres años en la sanidad pública. En el sector privado, solo es preciso esperar un mes para hacerse las pruebas previas a la intervención. Obviamente, pagan esta celeridad y se cobran unos 12.000 euros por operación.