Los autobuses urbanos tendrán una concesión de 10 años con prórroga de otros cinco, siempre y cuando el Ayuntamiento de Zaragoza opte por contratar el servicio a una empresa privada como actualmente ocurre con TUZSA.

Este será el principal debate al que se enfrente el consistorio de la capital aragonesa cuando tenga que realizar la renovación de la contrata de los autobuses urbanos, ya que el acuerdo con TUZSA finaliza en diciembre de este año. Carmen Dueso, teniente de alcalde de Movilidad y Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza, afirmó ayer, durante unas jornadas sobre movilidad organizadas por CCOO, que "se estudiarán con la misma intensidad y cariño todos los modelos de gestión, sin exclusión". Previo a esta decisión, el consistorio ya ha pedido a una consultora el estudio sobre las posibilidades marco que tendrá la próxima gestión de los autobuses de la ciudad.

"Si es una concesión sería de 10 años prorrogable otros cinco", apuntó Dueso. En lo que se vislumbra como la opción más "factible" con la actual realidad económica. "Se analizará la empresa municipal, pero soy consciente de que un tipo de gestión es más factible que otro porque municipalizar un servicio externo es ahora complicado", analizó. Los motivos que esgrimió la concejala de Movilidad se centraron en el estado de las arcas municipales. "El ayuntamiento no puede hacer inversiones y no seríamos capaces de comprar un autobús si se rompe otro y, sinceramente, no sabemos cuanto tiempo vamos a estar así", se sinceró.

PLIEGO DE CONDICIONES Una vez concluya el estudio que ha encargado el ayuntamiento, comenzará el proceso de participación, altamente demandado por la Federación de Asociación de Barrios de Zaragoza (FABZ) y por el resto de colectivos sociales. "Se marcará un pliego de condiciones y se abrirá esa faceta al debate técnico, político y social", explicó Dueso.

Todas esas opiniones tendrán que ser escuchadas para incoporarlas a esas condiciones en las que actuará y analizará el nuevo servicio público de autobuses urbanos de la ciudad. "Ya no se valorará exclusivamente el precio por kilómetro, sino que se realizará un estudio como el que se aplica con el tranvía", indicó. En este se encuadrarían factores como la tipología de los usuarios, el número de viajeros, la calidad prestada por el servicio y la limpieza del mismo. De modo que la próxima gestión, independientemente del modelo, será "completamente diferente" al actual. Y para analizarlo, el consistorio contará con la participación con el fin de regular la contrata.