La Consejería de Sanidad quiere tener listo un diagnóstico de la sanidad aragonesa en el que participen los colectivos relacionados con el mundo sanitario el próximo 15 de enero. La denominada Mesa de la Sanidad, que ayer reunió a más de una veintena de colectivos de distintos ámbitos, será la herramienta para conseguirlo. Para ello Sanidad ha elaborado un cronograma de trabajo que incluirá cuatro reuniones temáticas --Atención Primaria, optimización de recursos, autoridad pública del médico y plan de calidad-- que deberán concluir en una radiografía del sistema.

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Las reacciones a la iniciativa, desiguales. Mientras colectivos de pacientes y usuarios se muestran "expectantes" y con cierta esperanza por el hecho de tener voz ante la Administración sanitaria, los sindicatos sanitarios --UGT ni acudió-- volvieron a expresar sus dudas ante la creación de este órgano y los colectivos presentes en la mesa sectorial de sanidad --Cemsatse, CSIF, CCOO y UGT-- reclamaron por escrito la inmediata convocatoria de este órgano de representación de los trabajadores y también de la comisión sectorial de prevención de riesgos laborales. Y eso que la propia presidenta aragonesa, Luisa Fernanda Rudi, que abrió la reunión, salió al paso de las críticas sindicales y dejó claro que la mesa "no es sustitutiva de ninguno de los órganos que ya están constituidos".

EFICACIA La bienvenida de Rudi fue lo único que fue accesible a los medios, dado que el resto de la reunión transcurrió a puerta cerrada. La presidenta volvió a insistir en que no se recortarán servicios básicos pero sí se buscará "la eficacia y la eficiencia". Rudi avanzó que quiere tener un diagnóstico del sistema el 15 de enero y en la documentación entregada a los participantes figuraba el calendario de las siguientes citas: el 2 de noviembre, la dedicada a la reforma de la Atención Primaria; el día 15 la que tratará de la optimización de recursos y la reducción del gasto --incluirá temas como el absentismo, las peonadas o el gasto farmacéutico--; el 19 la que debatirá sobre la autoridad pública del médico; y el 13 de diciembre la última, la que concierne al plan de calidad.

Los sindicatos, como era de esperar, fueron los más críticos por la fórmula escogida por la consejería. "Es una mesa inoperante, una pérdida de tiempo", apuntó el secretario general del sindicato médico CESM, Lorenzo Arracó. El sindicato CSIF fue el más duro con el contenido de la mesa y con el calendario de trabajo. "No todos los invitados a opinar cuentan con el bagaje y conocimiento necesarios para realizar una aportación significativa", indicaron.

Por su parte, CCOO criticó el hecho de que no exista un documento de trabajo que sirva de punto de partida a la búsqueda y aseguró que da la sensación de que "la denominada mesa sanitaria tiene más que ver con una tormenta de ideas".