El proyecto de ley de presupuestos de Aragón para el 2013 restringe al máximo los beneficios y las ayudas públicas de la comunidad para los sindicatos que defienden los intereses laborales de los empleados de la administración pública autonómica. Así se contempla en el artículo 30 del texto y en la disposición adicional séptima, que se refiere específicamente a las subvenciones sindicales.

En el artículo 30 se apunta que "la provisión transitoria de los puestos de trabajo reservados a los representantes sindicales que estén dispensados de servicio por razón de su actividad sindical" se efectuará con cargo a los créditos disponibles por cada departamento en el capítulo de gastos de personal.

Asimismo, a diferencia de otros años, se suprimen las ayudas públicas autonómicas para la realización de actividades "de las organizaciones sindicales con representación en los diferentes ámbitos sectoriales en esta administración". Este año, a raíz de un decreto estatal de obligado cumplimiento en las comunidades autónomas, los sindicatos ya han visto limitadas sus actuaciones y han sufrido distintos recortes por parte del Ejecutivo autonómico, que ha llegado a reducir al máximo el número de liberados.

Este decreto que se ha aplicado también incluía otras medidas de ajuste, como la eliminación del fondo de pensiones o diversas ayudas a empleados de la función pública. A pesar del desacuerdo en la mesa de la función pública, se han llevado a cabo.

CONTRIBUCIÓN EN CRISIS Mientras fuentes de los representantes de los trabajadores consideran que estas medidas suponen una clara estrategia ideológica para minar derechos sindicales, fuentes del Ejecutivo autonómico aseguran que no se trata de ninguna medida que coarte el derecho "legítimo y necesario" de la representación de los empleados públicos.

Esas mismas fuentes aseguran que la supresión de subvenciones para la realización de actividades de representación sindical es la contribución "mínima" que deben hacer los sindicatos ante un escenario presupuestario de crisis y en un momento en el que todos los ciudadanos están soportando grandes sacrificios.

En este sentido, aseguran que las organizaciones sindicales tienen otras vías de financiación y seguirán recibiendo ayudas económicas. Asimismo, apuntan que a pesar de estos recortes, consecuencia de la crisis, se puede ejercer con todas las garantías la actividad propia de los sindicatos.