Jesús Jiménez fue inspector de educación y hoy presenta en Zaragoza, en la biblioteca de Aragón, su libro ¿Que es la Primaria?

¿Qué le ha llevado a escribir este libro?

—Hay muchos libros sobre aspectos educativos, pero casi ninguno que trate, de forma global, la etapa de Primaria. Y mucho menos que estén dirigidos a padres y estudiantes de Magisterio. Es un libro sencillo que lo puede entender cualquiera, aunque no sea experto en la materia.

¿Cree que es la Primaria la etapa educativa más importante?

—Todas las etapas son importante, porque cada una tiene unos objetivos, pero Primaria es básica. En ella se asientan los conocimientos fundamentales, que se trasladan a la vida cotidiana. Se lee para comprender el mundo, se escribe para expresarse en público y se aprende para la vida en general, que es una temática. Mucha gente piensa que lo importante son los exámenes, pero no es así, son los conocimientos. La Primaria sienta los fundamentos para que después los chavales puedan seguir estudiando.

Dirige su libro a padres, pero también a estudiantes de Magisterio. ¿Considera que hay carencias durante la carrera?

—Se estudian cosas muy interesantes, pero este libro les ofrece una visión global de la Primaria. Se analizan las competencias básicas, la organización del currículo en áreas y asignaturas, la selección y distribución de contenidos, la utilización de diferentes metodologías educativas, la atención a la diversidad o la participación de las familias.

¿Qué visión tiene del sistema educativo español?

—Estamos mejor que antes, pero faltan consensuar algunas ideas que son fundamentales y básicas para tener un pacto estatal y luego otro autonómico.

¿A qué ideas se refiere?

—El cambio fundamental pasa por eliminar la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). No se puede superponer una ley, sino que hay que hacer una nueva que resuelva puntos básicos como la asignatura de Religión, la financiación, los contenidos mínimos a estudiar o las competencias entre el Estado y las comunidades. El tema de Religión, por ejemplo, se está debatiendo cuando en otros países es algo ya superado. Esta asignatura debe estar fuera el currículo. Hay que alcanzar un acuerdo en las subcomisiones creadas para alcanzar ese pacto.

¿Y ve factible ese acuerdo entre partidos político?

—Debería ser así, por una cuestión nacional. Mi tesis doctoral, sobre los diferentes modelos educativos en España, concluyó que había un mínimo común denominador para acuerdos de país y luego diferentes cuestiones para las comunidades, porque para eso existen los estatutos de autonomía.