Para Miguel Modrego, alcalde popular de Borobia, la mina de magnesita es "una cuestión vital". "Estas comarcas, tanto las sorianas como las aragonesas, están envejecidas, se van despoblando y llevan años de declive", afirma. En este contexto "deprimido", la explotación minera constituye una "posibilidad de futuro". De hecho, asegura Modrego, "todos los días llegan al ayuntamiento currículos de gente de la zona que quiere trabajar en la futura empresa, y más de la mitad son de Aragón". La mina, según sus cálculos, dará 375 puestos de trabajo, sumando los directos y los indirectos. "Se trata, quizá, del mayor yacimiento de magnesita de Europa y ya ha superado el estudio de impacto ambiental", afirma. El alcalde sostiene, apoyándose en informes realizados por técnicos, que la extracción de magnesita no contaminará las aguas subterráneas ni reducirá el caudal de los ríos. "Los estudios científicos dicen que es un mineral inerte que no se disuelve en el agua y que, por lo tanto, no la contamina", remacha Modrego. En su opinión, los beneficios de la nueva industria superan con creces a los perjuicios.