El caso de Ikram Benhadi, la joven acusada de acabar con dos de sus hijas e intentarlo con una tercera --tras practicar un rito bereber para evitar un espíritu maligno--, en la capital, quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia de Zaragoza. Fue tras una vistal oral que tuvo una duración de casi seis horas y en la que hubo una importante confrontación médica sobre el origen de la muerte entre los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) y los peritos encargados por la defensa. Solo coincidieron en que Marwa falleció asfixiada, pero discutieron sobre la supuesta intencionalidad. No trataron la muerte de Sara, ya que a esta no se le practicó la autopsia.

Los forenses del IMLA Salvador Baena y Eduardo Cantón aseguraron que la pequeña "agonizó" y "luchó por la vida" mientras, supuestamente, se le impedía respirar. Estos especialistas señalaron que la bebé ingresó muerta en el centro de Salud, atendiendo a un informe realizado por el 061. Fue una hora después de que dejara de respirar. Teniendo en cuenta este dato, Baena y Cantón describieron varias lesiones, principalmente, alrededor de las fosas nasales que "denotan" que la asfixia fue mecánica. A ello añaden un detalle que les sorprendió: los pequeños pulmones de Marwa tenían marcados las costillas, lo que respondería a que estos órganos se expandieron solos para intentar sobrevivir.

Al considerar que ya estaba muerta, rechazan que esas señales fueran consecuencia de la asistencia médica, sino fruto de que Ikram Benhadi, supuestamente, le habría tapado la boca y la nariz, mientras realizaba presión en el pecho. Como hipótesis, el doctor Baena aseveró que pudo haberlo hecho durante la lactancia.

DEBATE

Una visión que no compartieron los especialistas en medicina forense Santiago Delgado y Enrique Fernández, quienes aseguraron que el deceso se produjo en el propio hospital, a tenor de las explicaciones de la pediatra y de las enfermeras que la atendieron. Las marcas las relacionan con las técnicas de reanimación que llevaron a cabo.

Estos peritos señalaron que la causa de esta asfixia se desconoce y apuntaron a una posible enfermedad genética que se está investigando con Riham, la niña que consiguió salvarse después de que los servicios sociales de la DGA la apartaran temporalmente del seno familiar.

Una explicación que fue rebatida por los facultativos del IMLA. "No conozco ninguna enfermedad que con suero y oxígeno se vaya. Es imposible", les enfatizó el doctor Cantón, mientras no pudo evitar sentenciar: "Cabría la posibilidad en una niña, pero que les pase a tres la misma secuencia de hechos es dudoso o imposible".

CÁRCEL

Estos informes fueron cruciales para refutar las posiciones de las dos partes en este caso. El fiscal José Luis Hedo pidió 55 años de prisión por considerar que Ikram Benhadi debe pagar por asesinar a Sara y Marwa e intentarlo con Riham. "Por encima de las creencias está el Código Penal", recalcó.

Por contra, los abogados Pedro Pascual y Eladio Mateo defendieron que debe ser absuelta porque solo hay sospechas. No obstante, de forma alternativa presentaron la posibilidad de ser condenada por dos homicidios (30 años) --afirmaron que la alevosía para considerarse el asesinato no se aprecia con los niños en el Código Penal-- u homicidio imprudente --8 años-- por "no saber darles el pecho". Presentaron como atenuante que sus creencias le impidieron obrar acorde a las leyes. En su última palabra, Ikram juró ser inocente.