Aragón no es una excepción respecto al notable incremento de la incidencia de la enfermedad inflamatoria intestinal. De hecho, en los últimos 15 años se han triplicado los casos en la comunidad, aunque son datos compartidos con la mayoría del país. Las patologías principales son la colitis ulcerosa y la Enfermedad de Crohn. La primera la sufren hasta 12 de cada 100.000 personas al año, lo que supone alrededor de 140 casos en Aragón en doce meses, mientras que la segunda afecta a 7 u 8 de cada 100.000 al año, es decir, unos 100 casos en la comunidad autónoma.

"Hace quince años las cifras eran dos o tres casos nuevos cada año de Crohn y cuatro o cinco de colitis, así que se ha triplicado", confirmó el doctor Fernando Gomollón, gastroenterólogo del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza y presidente del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (Geteccu). En España, se diagnostican unos 5.000 casos nuevos de colitis ulcerosa al año y unos 2.500 de Enfermedad de Crohn, lo que provoca entre 100.000 y 125.000 pacientes de colitis y 75.000 en el caso de la enfermedad de Crohn.

Esas enfermedades están asociadas al crecimiento económico de un país, pero su incidencia está ligada a factores como la dieta, el tabaco, la higiene en la infancia, el contacto con antibióticos u otro tipo de infecciones que afectan a la inmunidad del sistema digestivo. "No existe una sola causa, pero lo importante es que la colitis ulcerosa mataba a la mitad de pacientes en los años 40 y 50, cuando no había tratamientos eficaces, y ahora la mortalidad es muy baja pero, como no hay cura, se acumulan los casos nuevos a los anteriores".

Pero la incidencia en población infantil es la que ha aumentado claramente en los últimos años. Entre un 10 y un 20% de los casos se diagnostican antes de los 18 años", indicó Gomollón. El otro pico de incidencia ocurre entre la segunda y tercera década de vida, siendo la edad media de diagnóstico los 29,5 años.

ENFERMOS JÓVENES Las enfermedades de inflamación intestinal, cuyo Día Mundial se celebró la pasada semana, afecta a jóvenes entre 15 y 45 años y puede verse afectada por la crisis en lo que respecta al estado anímico del enfermo porque "la cabeza, el intestino, el corazón y el pulmón no se separan y están juntos, por eso influye el estado anímico a la hora de cómo afronta el paciente la enfermedad. Si este es malo, la adherencia al tratamiento es peor", apuntó Gomollón.

Los tratamientos controlan los síntomas, pero no son todavía curativos, lo que ha llevado a la Confederación de Asociaciones de Enfermos de Crohn y de Colititis Ulcerosa de España a llamar la atención sobre la gravedad y las secuelas discapacitantes que estas enfermedades pueden provocar y a recoger firmas para solicitar ante el Ministerio de Sanidad la inclusión y el reconocimiento de estas patologías dentro de los baremos de valoración de discapacidad. "No se está teniendo en cuenta ni la gravedad ni las complicaciones que acarrea", afirmó el presidente de ACCU España, Ildefonso Pérez, que explicó que "gran parte de los afectados que tienen muchas dificultades para realizar una vida normal por las secuelas derivadas de la enfermedad", y se ven obligados a "truncar" su desarrollo personal, laboral e incluso afectivo.

SÍNTOMAS La Enfermedad Inflamatoria Intestinal es un proceso inflamatorio crónico del tubo digestivo en diferentes localizaciones. Se conocen parcialmente sus causas, y las razones por las que en la mayoría de ocasiones alternan períodos de actividad o brotes junto con épocas sin síntomas.

La colitis ulcerosa afecta preferentemente a la mucosa del colon, que se inflama y ulcera, produciéndose diarrea, sangre en las heces y dolor abdominal. Otros síntomas son la fiebre, el malestar general y la pérdida de peso.

La enfermedad de Crohn, por su parte, puede afectar a cualquier parte del aparato digestivo, desde la boca hasta el ano. Causa la inflamación y ulceración del tracto gastro-intestinal, ocasionando diarrea, fiebre, dolor abdominal y pérdida de peso.