Ayer concluyó la huelga de deberes instaurada por la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) a lo largo de todos los fines de semana del mes de noviembre. Apoyados en que el 48,5% de los padres de la escuela pública considera que las tareas que sus hijos traen del colegio a casa perjudican y afectan a su vida familiar, el colectivo de familias llevó a cabo una iniciativa que pretendía acabar con los deberes en casa y que se ha topado con el rechazo de docentes y otros sectores de la comunidad educativa. Con el objetivo de que los deberes desaparezcan en su totalidad, José Luis Pazos, presidente de la asociación, estará el jueves en Zaragoza, en una cita organizada por la Federación de asociaciones de padres de la escuela pública de Aragón (Fapar) para impartir una charla sobre deberes.

--¿Cómo surgió la iniciativa de la campaña contra los deberes y por qué?

-- La campaña para recuperar el tiempo libre de nuestros hijos e hijas es la consecuencia de haber intentado abrir el debate sobre los deberes escolares y los tiempos escolares sin éxito durante muchos años. A nuestras peticiones, la respuesta siempre era que llevábamos razón pero que mejor lo hablábamos más adelante. Hemos diseñado la campaña para abrir el debate y es obvio que el objetivo está conseguido.

--Este fin de semana es el último del mes y, por consiguiente, acaba la campaña. ¿Qué balance realiza?

--Muy positivo, con uno de los objetivos principales conseguidos, que era el de abrir el debate. En cualquier caso, en los próximos días haremos una evaluación concreta sobre ello y extraeremos las conclusiones que se deriven de dicha evaluación, en la que esperemos que participen muchos padres y madres.

--¿Están los padres hartos de deberes? ¿Son necesarios?

--Entre las familias hay de todo, aunque la mayoría de los que llevan ya varios años con hijos e hijas escolarizados lo están. Son negativos para una adecuada educación y quienes están trabajando ya en sus centros educativos sin ellos lo demuestran diariamente.

--Aragón ya ha anunciado que se debatirá la racionalización de las tareas. ¿Cómo valora esta iniciativa?

--Perfecta. Queríamos abrir el debate, así que nos parece muy bien, con independencia de que estén hablando de racionalizar, es decir, reducirlos, y no de eliminarlos en su envío a las casas. Pero abierto el debate, los llamados al mismo ya fijarán sus posiciones y, esperemos, logren un consenso sobre ello.

--Fapar sostiene que es un problema de metodología educativa, que exige modificar modelos arcaicos y memorísticos y pensar en que hay muchas formas de aprender. ¿Esa es la idea más allá de llevar tareas a casa?

--Nuestra campaña plantea un cuestionamiento del actual modelo educativo, en el que los deberes escolares tienen una gran presencia. Este modelo ya no es el que necesitamos, si alguna vez fue útil, ya no lo es. Debemos cambiarlo.

--¿Cree que este tipo de propuestas puede afectar a la relación entre padres y profesores?

--El debate hace que las relaciones se puedan fortalecer si se encauza adecuadamente o que se debilite si no es así. Pero esto no es un conflicto entre familias y docentes, porque en ambos sectores existen personas que defienden una y otra postura. Es un debate que debe producirse entre las personas que defienden los deberes y quienes los cuestionan. Del debate, si se realiza como hemos sugerido, saldrán con seguridad puntos de encuentro y acercamiento.

--¿Se está cuestionando, como se sostiene desde diversos sectores, la autoridad del docente?

--En absoluto, en todo caso, si alguna autoridad se está cuestionando es la de las familias para tomar decisiones en su tiempo familiar. La escuela no debe condicionar el tiempo familiar pero lo está haciendo. Nosotros queremos que el docente tenga la autoridad pedagógica en el aula y la defendemos, pero fuera de los centros educativos la autoridad la tienen los padres y madres. Cuando se pide a los padres y madres que guarden silencio ante las exigencias de la escuela, la autoridad cuestionada es la de las familias.

--¿Tiene conocimiento de cómo se ha llevado a cabo esta campaña en Aragón? ¿La huelga de deberes ha contado con un seguimiento considerable?

--Está teniendo un seguimiento similar al del resto del país. En todo caso, la valoración concreta de lo que sucede en Aragón le corresponde a FAPAR. Nosotros estamos satisfechos con el seguimiento a nivel global.

--¿La Administración educativa le ha trasladado su opinión respecto a esta iniciativa? ¿Qué le pediría a estas autoridades en relación con los deberes o cuál debería ser su postura, según CEAPA?

--La Administración educativa actual no se caracteriza por abordar los temas que les preocupan a los padres y madres. No obstante, el Ministro de Educación dijo hace unas semanas que este debate debería estar en el del posible pacto educativo. Veremos hasta dónde está dispuesto a que ello sea posible.

--¿La LOMCE debe ser derogada o eso sería ahora todavía peor dada su implantación en las aulas?

--La LOMCE debe ser derogada porque no hay nada más nocivo que mantenerla. Cuestión distinta es cómo se produce, es decir, cómo se realiza la implantación de la ley que sustituya a la LOMCE. Pero derogarse, por el bien del alumnado y por extensión de la sociedad, debe derogarse.