El colectivo antimilitarista Mambrú ha constatado el aumento, hasta duplicarse, de la desobediencia fiscal de ciudadanos que rehusan financiar con sus impuestos a las Fuerzas Armadas.

"La objeción fiscal al gasto militar ha resurgido con fuerza en el año que acaba de concluir como una alternativa de rechazo a los recortes sociales: el número de personas objetoras al gasto militar se ha duplicado en Aragón (casi medio centenar de ellas lo han comunicado a la campaña, pero es probable que su número real sea aún mayor", explicaron en una nota.

En total, la campaña ha conseguido desviar más de 90.000 euros hacia fines sociales en toda España, 3.500 de ellos desviados por declarantes en la comunidad autónoma de Aragón. La objeción fiscal al gasto militar es una veterana campaña política de desobediencia civil.