«La política consiste en hacer posible lo imposible, en solucionar problemas y no crearlos, que es lo único que están haciendo». Así definió el periodista Fernando Jáuregui la función de los políticos en el panorama actual y criticó, junto con su compañero, Federico Quevedo, la gestión y búsqueda de soluciones de los problemas de la ciudadanía, en su libro El desengaño (editorial Almuzara).

En la publicación, presentada ayer en la biblioteca Mariano de Pano de Zaragoza, Jáuregui cuestiona la labor de los partidos de izquierdas y Quevedo, los de la derecha. Ambos, afines a los grupos que critican, se sienten «decepcionados» con la actuación de los líderes políticos. De ahí que los dos periodistas tuvieran una «necesidad agobiante de contar hechos y vivencias que, tras vivir la política en primera fila, no están en los medios», apuntó Jáuregui aunque «no ha gustado mucho en la política».

En este segundo libro que escriben conjuntamente -el primero, ¡Es el cambio, estúpido!-, los autores se han centrado en la crisis más grave en la sociedad española «desde la muerte de Franco», el conflicto catalán. «Una vez, Artur Mas me confesó que ser independentista es ser retrógrado», señaló Jáuregui y añadió que el conjunto de errores tanto en Cataluña como en Madrid, «han agravado la situación».

El periodista urgió «empezar de nuevo» y «cambiar de caras y de ideas» porque cuestionó que puedan llegar a un acuerdo «si no han llegado hasta ahora». Para Jáuregui es posible que la sociedad pueda reconciliarse. «En 11 meses, un señor que se llamó Adolfo Suárez, con unas dificultades inmensamente mayores de las que tiene el actual Gobierno, dio la vuelta al Estado y conseguimos salir de la dictadura, del centralismo y del aislamiento», recordó. Aunque, ahora, no ve una idea de futuro.