No era la primera vez que el presidente del Gobierno, Javier Lambán, criticaba el sistema comarcal. Pero como hasta ayer no lo había hecho con tanta contundencia. "El modelo ha fracasado", dijo. Daba así por acabada una arquitectura institucional creada por su partido, el PSOE, en los años que compartía labores de gestión con el PAR. El jefe del Ejecutivo se comprometió a abrir una reforma legislativa que permita configurar un nuevo esquema en el que ganen protagonismo los ayuntamientos, en detrimento de las comarcas y las diputaciones. En ese paquete se incluirá la ley de capitalidad para Zaragoza y financiación para los municipios.

Lambán no marcó fechas para este conjunto de medidas, pero anticipó que se iniciará el debate en el seno de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP). El presidente respondía a una pregunta de Ciudadanos, en la sesión de control al Gobierno en las Cortes. Explicó que la reforma legislativa que plantea tendrá tres bloques, las normas que definan la naturaleza y funciones de las administraciones locales; la ley de capitalidad y la ley de participación en los ingresos de la comunidad que resuelva "de una vez por todas" los problemas de los ayuntamientos.

DESIGUALDADES El presidente reconoció que es necesario auditar todas las comarcas, no porque se hayan cometido "irregularidades", sino porque tienen un funcionamiento "tan disperso y heterogéneo" que se pueden generar "desigualdades y desequilibrios" en la prestación de los servicios. Según Lambán, el modelo comarcal nació "viciado", ya que los ayuntamientos "jamás lo solicitaron y fue una decisión exclusiva y unilateral de las Cortes".

Este proceso para modificar la arquitectura institucional de Aragón "empieza ya". "El modelo es insatisfactorio" porque genera "mucha proliferación de niveles, que provocan ineficacia, además de muchos cargos públicos, con el consiguiente gasto". Lambán nunca se había mostrado tan tajante en este asunto, que le puede generar no pocos problemas en el territorio y que también puede escocer, y mucho, en el seno de su propio partido.

UN ERROR Como ya le ha pasado con el recorte presupuestario, que ha despertado un enfado monumental entre los presidentes comarcales socialistas --y del resto de partidos, claro--. Ayer al líder del Ejecutivo no le quedó otra que reconocer que se cometió "un error" en el cálculo de las cuentas del 2016, al infradotar las partidas destinadas a las comarcas para la prestación de los servicios sociales que tienen atribuidos, y que este va a ser subsanado.

La portavoz de Ciudadanos en el Parlamento, Susana Gaspar, le exigió al presidente que inicie el proceso de diálogo y debate cuanto antes y le tendió la mano para el acuerdo, puesto que su modelo territorial coincide con el del PSOE. La diputada reclamó la creación de la anunciada comisión de estudio para este fin y al Gobierno que presente las leyes correspondientes a la menor brevedad. "Le agradecería que pasara de los titulares al desarrollo de la noticia", dijo.

Gaspar le pidió celeridad porque este conjunto de medidas "no se pueden traer al final de la legislatura sin tiempo para ponernos de acuerdo". Lambán le anticipó que va a empezar ya con el Ayuntamiento de Zaragoza a definir los extremos de la ley de capitalidad. El consistorio, señaló, "como órgano de gobierno del municipio más importante de Aragón, es un motor cultura y económico cuya colaboración no podemos desechar".

El regidor zaragozano, Pedro Santisteve, por la mañana, en La Rebotica de la Ser, apostó por reunirse de nuevo con Lambán.