El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha reconocido que el acuerdo al que han llegado PSOE y Ciudadanos para reformar el impuesto de Sucesiones es "aislado" y no permite sacar adelante la reforma sin el apoyo de otras formaciones, por lo que tiene que ser "el embrión" de un pacto más amplio.

Tras el acto de celebración del Año Europeo del Patrimonio Cultural y la recepción de la colección de cartas reales de la Alacena de Zurita procedentes del antiguo Archivo del Reino de Aragón, Lambán ha defendido el acuerdo, que se hizo público el lunes, referido a un impuesto que ha calificado de "absolutamente justo en su filosofía", y sobre el que no se persigue su supresión sino su armonización con el resto de las comunidades autónomas.

"El impuesto se recuperó al principio de la legislatura en los términos en los que lo gestionaba el gobierno PSOE-PAR y en un momento determinado algunas Comunidades Autónomas empezaron a bajarlo y en algunos casos a suprimirlo, con lo cual Aragón se situó en la dudosa posición de ser la que más cobraba a sus ciudadanos por heredar", ha recordado el presidente, quien ha explicado que al final del último trimestre de 2017 consideró "injusto" el que los aragoneses, por heredar, "pagaran bastante más que el resto de los españoles".

Por eso, Lambán espera que la reforma de este impuesto sea "coyuntural", porque la verdadera solución es que se armonice en toda España a través de una decisión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

A la espera de que esto se produzca, su intención es aproximarse a una solución que deje a Aragón en la media de lo que pagan el resto de ciudadanos en las diferentes comunidades autónomas.

Al respecto de los apoyos que intentará recabar para poder sacar adelante la reforma, Lambán ha afirmado que está dispuesto "a arremangarme lo que haga falta" para llegar al acuerdo que permita a los aragoneses no pagar más que el resto de los españoles por heredar.

En su opinión, la cifra que acordaron con Ciudadanos de 500.000 euros como barrera para no pagar a la hora de heredar situaría a Aragón por debajo de algunas comunidades y "alineados con todas las demás", además de argumentar que, al igual que Aragón no aboga por su eliminación, el Gobierno de España no quiere tampoco su supresión.

Lo que ha negado Lambán tras su acuerdo con la formación naranja es que se haya producido una ruptura en las relaciones con el resto de fuerzas de la izquierda parlamentaria y un cambio con sus "aliados preferentes".

En estas relaciones, ha dicho, se encuentra "conforme y cómodo", a pesar de reconocer que una medida así puede producir "las lógicas discrepancias iniciales".

"Mi Gobierno se mantiene anclado y sin incomodidad en las alianzas que le permitieron llegar al Ejecutivo", ha subrayado.

El presidente ha defendido que ahora su obligación como Gobierno es "limar" las diferencias y tratar de alcanzar acuerdos para la reforma y contar con "el mayor grado de consenso posible", a pesar de las diferencias que puedan existir también en este asunto con Chunta Aragonesista, su socio de Gobierno, que tratarán de solucionar esta misma semana.

Sobre el pacto de gobierno con CHA, ha recordado que desde el principio ambas formaciones tuvieron claro todo lo que les unía, pero también las discrepancias que les separaban, como es el caso de la política hidráulica, pero en general el funcionamiento está siendo "impecable".

Sobre la decisión de Podemos de abandonar ponencia de la ley de la Renta Básica, bloqueada en el Parlamento autonómico, Lambán ha asegurado que desde la formación morada le han transmitido que su decisión no tiene nada que ver con la reforma del impuesto de Sucesiones.

En el caso de la ley de Renta Básica, al presidente le parece "incomprensible" la actitud de Podemos porque en Valencia hay una ley "copiada" de la aragonesa que sí ha votado la formación morada y que ha permitido a miles de valencianos cobrarla, mientras que en Aragón hay unos 3.800 aragoneses "en situación precaria" que no se benefician de ella.