El presidente de Aragón, Javier Lambán, se ha examinado hoy por su gestión ante el Parlamento autonómico, donde ha dicho que su "debilidad parlamentaria", de la que es consciente, no le ha impedido cumplir con sus compromisos ni le limitará a la hora de completar su hoja de ruta, con vigencia para toda la legislatura.

Sobre la primera sesión del debate sobre el estado de la comunidad sobrevolaban hoy los procesos internos en los que están sumidos el PSOE y Podemos para la renovación de sus respectivas secretarías generales, algo a lo que, sin embargo, Lambán no se ha referido en su intervención en el hemiciclo.

Ante un parlamento extremadamente fragmentado, con siete fuerzas políticas representadas, Lambán ha reconocido que el hecho de que su Gobierno esté sustentado únicamente por veinte diputados de 67 otorga a su ejecutivo una especie de "inestabilidad estable" que, por otro lado, "no ha sido óbice" para que este "haya sido capaz de desarrollar de manera bastante solvente las políticas de izquierdas mandatadas por la mayoría de los aragoneses hace dos años".

De lo que sí ha presumido es de su "excelente sintonía" con CHA, y a pesar de creer que su Gobierno, "de clara acción socialista y aragonesista" es "el único posible", ha asegurado que no renuncia a alcanzar pactos con otras fuerzas políticas "en las cuestiones más trascendentales y estructurales" para el futuro de la comunidad.

Lambán ha hecho un repaso, que ha calificado de "somero", de la acción de su Gobierno en estos dos primeros años de legislatura, que se ha centrado en lo que fue "el núcleo" de su propuesta electoral: la reconstrucción de los servicios públicos y la recuperación de los derechos provistos a través de los mismos.

Todos sus esfuerzos, por tanto, se han centrado en combatir la desigualdad "desde todos sus frentes", y en esa tesitura ha enmarcado el incremento del presupuesto del IASS, la mejora de la dotación de las becas educativas, las ayudas al alquiler, la mejora de la calidad sanitaria gracias a nuevas inversiones, el mantenimiento de las escuelas rurales o la recuperación del diálogo social con el objetivo de crear más y mejor empleo.

Pero Lambán tiene un "proyecto de legislatura" con una "agenda precisa" en la que ha enmarcado algunos de los anuncios de futuro que ha realizado.

Uno de ellos, el aumento de 200 millones de euros del gasto en los presupuestos del año que viene, de forma que pasará de 5.052 millones a 5.251, un 3,9 por ciento más respecto al presupuesto de 2017.

También una inversión de 150 millones de euros para infraestructuras educativas hasta 2020, que incluirá la construcción y ampliación de 30 centros y la intervención en más de 200 y un plan de empleabilidad joven que, sumado a las medidas actuales, supondrá una inversión de 90 millones entre 2018 y 2020.

Además, ante el "desafío histórico de magnitudes colosales" que representa la despoblación, ha anunciado la creación de una unidad comisionada de políticas estratégicas para afrontar el problema.

Pretende, además, "apuntalar" los sectores que están encaminando la economía aragonesa hacia un nuevo modelo productivo basado en la sostenibilidad, la innovación y la economía circular, como la logística, la agroalimentación o la gestión de residuos.

Su Gobierno, por otro lado, no es "ajeno" a los problemas más acuciantes de una sociedad mundial, que ha calificado de "quebrantos profundos" y entre los que ha citado el cambio climático, la desigualdad creciente, la amenaza del terrorismo yihadista, el populismo o el euroescepticismo.

Y ya en casa, el goteo incesante de casos de corrupción y desfalcos o la amenaza secesionista en Cataluña.

Aragón se enfrenta a estos problemas globales, según su presidente, con un "caudal de talento" que aflora en "prácticamente todos los sectores", sobre los que se sustenta "el aragonesismo más transformador y promotor del futuro que quepa imaginar".

Un futuro al que ha hecho referencia de nuevo Lambán para cerrar su discurso, asegurando que su Gobierno "trata de estar a la altura de la sociedad aragonesa y de servirla bien". Este es "un Gobierno que confía ciegamente en el futuro de Aragón", ha concluido.

Después de escuchar a Lambán, los portavoces de los grupos han hecho ante los medios de comunicación una primera valoración, antes de que mañana todos ellos intervengan ante el pleno para dar la réplica al presidente.

La oposición ha criticado la falta de proyecto político y liderazgo de Lambán y la debilidad de su ejecutivo, con un discurso para alguno de los portavoces más propio de una investidura que de un debate de política general y en el que se ha colado, para otros, su preocupación por el proceso de primarias abierto en el Partido Socialista de Aragón.

En la tribuna del hemiciclo han seguido atentamente el discurso alrededor de un centenar de representantes de la vida política, económica, social y cultural de la comunidad.