«No podemos esperar». El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, trasladó ayer a su homólogo estatal, Pedro Sánchez, la necesidad de reactivar el debate sobre la reforma de la financiación autonómica. Consideró que es urgente cerrar la cuestión al señalar que las comunidades están teniendo «graves problemas» para garantizar la financiación de servicios esenciales como la educación o la sanidad. «Tenemos que buscar nuevos recursos y, a la vez, trabajar en nuevos conceptos para repartir esos fondos de una manera más justa con la realidad del territorio», señaló.

A pesar de las urgencias anunciadas, reconoció que el debate es complejo. «Generar ahora falsas expectativas de que esto se puede solicionar en un trimestre es irresponsable», indicó. La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, aseguró que en esta legislatura se sentarán las bases para la reforma, sin entrar en más detalles. Hace unas semanas fue el propio Sánchez el que destacó que las medidas y soluciones concretas podrían retrasarse a la próxima legislatura. «Es muy difícil generar un sistema que, ciertamente, satisfaga de alguna manera a todos los implicados», dijo Celaá.

En este sentido, Lambán recordó que parte del proceso de debate ya está hecho, pues en el grupo de trabajo ya figuran las necesidades de cada uno de los territorios. Además, en las Cortes de Aragón se ha aprobado una posición conjunta de todos los partidos para intentar que los problemas relacionados con la baja demografía se tengan mucho más en cuenta en el reparto de los recursos.

Lambán, que tiene prevista una próxima cita personal con Sánchez, avanzó que hablarán también de despoblación, sobre la financiación de la dependencia y de las inversiones que faltan en materia de infraestructuras. Y consideró que sería positivo que salieran adelante las enmiendas que el PAR a presentado a los presupuestos generales del 2018 en el Senado y que todavía tienen que ser ratificadas en el Congreso de los Diputados. «Nosotros veríamos con excelentes ojos que se aprobaran, pero no sé qué decisión política se acabará adoptando porque existía el compromiso de que las cuentas no se iban a modificar», indicó.