Todo sigue más o menos como al principio. Y así parece que se mantendrá al menos hasta que el PSOE o Podemos decidan cambiar de estrategia. En este momento los cuatro partidos de izquierda que deberían negociar el presupuesto antes de su tramitación en las Cortes de Aragón no encuentran un espacio en el que definir «garantías» para evitar que los acuerdos no queden en papel mojado a través de las modificaciones que se pueden acordar en el transcurso del año, como ha sucedido en el pasado. El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, reconoció ayer que los plazos para el diálogo «se están agotando». Y que la sociedad aragonesa empieza a estar cansada de la situación, por lo que sopesa presentar un plan alternativo si el bloqueo se alarga.

A pesar de todo, las fechas o los siguientes pasos a tomar no acaban de concretarse. La DGA reitera que su prioridad es sacar adelante sus cuentas con el apoyo de la izquierda. Pero Podemos repite que si no se resuelven los problemas que han detectado en la consejería de Hacienda no están dispuestos a cambiar el sentido de su voto. Para la DGA este punto no es negociable y el presidente socialista llegó a afirmar que si Fernando Gimeno presentara su dimisión no la aceptaría.

Así, durante un paseo por la feria internacional dedicada al arte contemporáneo de Madrid (ARCO), Lambán estableció que si en un plazo «muy breve de tiempo» no hay un cambio por parte de Podemos, el Ejecutivo «tendrá que reconsiderar la situación y ver por qué camino transita en cuanto a la tramitación de los presupuestos».

AVAL PERSONAL

Por el momento, y a través de una carta que envió a los líderes de IU (Patricia Luquin) y Podemos (Pablo Echenique), el dirigente socialista ha tratado de zanjar el debate de las garantías asumiendo las posibles responsabilidades de un incumplimiento. «No tengo ningún inconveniente en avalar personalmente los acuerdos a los que lleguemos, desde la convicción de que todos debemos realizar los esfuerzos que estén a nuestro alcance para solucionar los problemas de la gente y no defraudar a los que confiaron en nosotros en mayo del 2015», escribió.

Y tras esta misiva repitió el llamamiento al responsable del partido morado para que recapacite y decida «si está a favor de solucionarle los problemas a la gente y de ser útil a los aragoneses» o si su única obsesión es «poner palos en la rueda del Gobierno y obstaculizar su labor olvidándose de los aragoneses».

Lambán, a pesar de que ayer se frustrara su intento de reunir a los cuatro partidos en una mesa de diálogo que Podemos de por disuelta desde octubre del 2016, se mostró confiado en que la sensación de ultimátum de las últimas jornadas se podrá superar, especialmente después de un periodo en el que el partido de Echenique se ha mostrado «obcecado en sus disputas por el poder». «Finalmente optará por ser útil a los intereses de los aragoneses y se sentará a negociar el presupuesto», aseguró el presidente autonómico.

Y esta última sensación es la que transmiten desde Podemos. La portavoz parlamentaria, Maru Díaz, explicó que, a pesar de todo, las vías de un diálogo a dos siguen abiertas, «como siempre han estado», y que están dispuestos a alcanzar un entendimiento «sobre asuntos de vital importancia».

IRREGULARIDADES GRAVES

Díaz reiteró, a través de una nota de prensa, que en su formación todavía creen necesario «obtener garantías suficientes de que lo que se acuerde con el Gobierno de Aragón será efectivamente cumplido en el transcurso del año». Y consideró que el hecho de que el propio presidente Lambán se ofrezca como aval de los cumplimientos «no va en la dirección de resolver los problemas detectados en Hacienda». De hecho, Díaz explicó que la propia propuesta del Gobierno «lleva implícito el reconocimiento de que hay irregularidades graves en dicho departamento, al llegar a sugerir que las principales funciones del mismo deberían ser asumidas directamente por la Consejería de Presidencia», en alusión a la propuesta socialista de crear en este departamento un órgano que controlara las cuentas.

Díaz detalló una vez más que para desatascar el trámite presupuestario ahora debe ser el PSOE el que tiene que ofrecer «garantías suficientes para atajar los problemas detectados» que la formación morada se ha apresurado a detallar en las redes sociales. Si esto se cumpliera creen que las cuentas podrían entrar en las Cortes de Aragón «en menos de quince días».

Y como llevan repitiendo desde que la izquierda ha enmarañado el panorama, los partidos del centro derecha ofrecen su apoyo al Ejecutivo para garantizar la estabilidad. El presidente del PAR, Arturo Aliaga, lamentó ayer el bloqueo y recordó que en el parlamento «siguen estando el resto de escaños» para sumar una mayoría alternativa.