El presidente de Aragón, Javier Lambán, está dispuesto a avalar personalmente y con mecanismos jurídicos y políticos el cumplimiento de los acuerdos que en materia presupuestaria pueda alcanzar el ejecutivo con Podemos e IU, pero nunca a destituir al consejero de Hacienda, Fernando Gimeno.

Lambán ha convocado hoy a los medios de comunicación para explicar la posición del gobierno PSOE-CHA que preside respecto a las negociaciones, bloqueadas, del presupuesto de 2017, y ha anunciado que ha remitido una carta al líder de Podemos, Pablo Echenique, y a la portavoz de IU, Patricia Luquin, para instarles a que se avengan a negociar "olvidando disputas y actitudes ácidas".

Y ha anunciado que ha convocado para mañana una reunión de las cuatro fuerzas políticas de la izquierda con el "sano propósito, una vez más", de poder negociar y acordar unos presupuestos pronto.

El gobierno, ha añadido, ha dado "sobradas muestras" de que está dispuesto al diálogo, a la flexibilidad y a la responsabilidad, entre otras cosas porque ha aceptado las sucesivas condiciones que le ha impuesto Podemos desde la firma, el pasado septiembre, del pacto de izquierdas.

Se aceptaron las cinco medidas relacionadas con el empleo que planteó Podemos, se accedió a que Gimeno no estuviera en la negociación de las cuentas y se modificó la orden de prórroga de los presupuestos de 2016 para poder acelerar inversiones educativas y sanitarias, ha detallado.

Siendo consciente de que los grupos que apoyaron su investidura tienen derecho a "exigir toda clase de garantías sólidas" de que se van a cumplir los acuerdos, Lambán ha ofrecido ahora establecer "cualquier tipo de mecanismo", legislativo o político, para que tengan la seguridad de que se van a cumplir los acuerdos a los que lleguen.

Incluso ha sugerido la posibilidad de que se convoque el observatorio sobre el cumplimiento de los acuerdos para demostrar que el gobierno cumple lo que pacta.

Pero se ha mostrado tajante respecto a la última petición de Podemos: el cese del consejero de Hacienda.

Lambán está dispuesto a hacer "cualquier cosa" para cumplir el mandato de la sociedad excepto a "perder su dignidad como gobierno", aceptando peticiones "totalmente excesivas y nada democráticas".

Nombrar y cesar a los consejeros es una de las prerrogativas de los presidentes del gobierno, y es algo "totalmente indelegable", ha recordado.

Aceptar esa exigencia supondría que Lambán, según ha dicho, pierde el respeto por sí mismo.

Y como la confianza que le prestaron Podemos e IU en la investidura se la otorgaron directamente a él, Lambán ha insistido en que no tiene "absolutamente ningún inconveniente" en avalar "personalmente" los acuerdos a los que se puedan llegar.

El ejecutivo solo maneja el escenario "A", el del acuerdo con las fuerzas de izquierdas, que es el "coherente" con el pacto de investidura al que se llegó en julio.

No se marca fechas para tomar otras decisiones, que a día de hoy, según ha dicho, ni siquiera baraja, pero si se dan "pasos irreversibles", que tampoco ha concretado, el Gobierno de Aragón tendrá que "evaluar la situación y tomar decisiones".

De momento, a Podemos y a IU les corresponde ahora contestar a la convocatoria de la reunión de mañana, en la que además de desbloquear la negociación y pactar medidas de garantía, confía en que se pueda hablar de presupuestos.

Éstos, ha agregado, podrían ser "rápidamente aprobados" porque reflejan el punto de vista social acordado en la investidura