El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha asegurado hoy que "no aceptaría" la dimisión del consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, en el caso de que éste se la planteara, cosa que no ha hecho.

La dimisión de Gimeno es una de las condiciones exigidas por el grupo parlamentario de Podemos para sentarse a negociar los presupuestos de 2017, cuestión que Lambán no se plantea hacer por "dignidad", según dijo ayer, y porque el nombramiento y el cese de los consejeros es una competencia exclusiva e indelegable del presidente del gobierno.

Hoy, en la inauguración de la feria de arte Arco en Madrid, en declaraciones a los medios, ha vuelto a hablar de la situación de bloqueo en la negociación de los presupuestos después de que se haya anulado por la incomparecencia de Podemos la reunión de las cuatro fuerzas de la izquierda que él mismo convocó ayer.

A juicio de Lambán, ayer el gobierno, en el anuncio de la convocatoria de esta reunión, dejo "muy clara" su posición, que "no tiene vuelta atrás".

"No hay demoras ni lugar a nuevas excusas", ha advertido a Podemos, y sí "unas condiciones claras", incluido el reconocimiento del gobierno del derecho de los grupos que no están en el gobierno a exigir garantías "jurídicas, políticas y de toda índole" de que los acuerdos se van a cumplir.

De momento, ha insistido en la decisión del gobierno de sacar adelante los presupuestos con el apoyo de los grupos de la izquierda y ha rechazado la existencia de "ninguna clase de plan B".

A pesar de ello, sí que ha dicho que hay una sensación, por parte de la sociedad y del gobierno aragonés, de que los plazos "se están agotando".

Por eso, si en un plazo muy breve de tiempo no hay por parte de Podemos una respuesta positiva a aceptar el ofrecimiento "generoso" del gobierno, el ejecutivo "tendrá que reconsiderar la situación y ver por qué camino transita en cuanto a la tramitación de los presupuestos".

Lambán ha hecho un llamamiento de nuevo a Podemos a que recapacite y decida "si está a favor de solucionarle los problemas a la gente y de ser útil a los aragoneses" o si su única obsesión es "poner palos en la rueda del gobierno y obstaculizar su labor olvidándose de los aragoneses".

Ha instado en este sentido al líder de la formación en Aragón, Pablo Echenique, a que recuerde el compromiso que adquirió con los aragoneses en mayo de 2015 y de qué modo lo está manteniendo.

Finalmente, ha reconocido que al final, Podemos, en lugar de "estar obcecado son disputas por el poder, optará por ser útil a los intereses de los aragoneses y se sentará a negociar el presupuesto".