Las voces críticas sobre la viabilidad y sostenibilidad del proyecto de Gran Scala que pretende asentarse en los Monegros habían surgido hasta ahora de plataformas y colectivos sociales de la izquierda y la ecología, así como por parte de IU. Ayer fue la primera vez en la que un dirigente del PSOE mostró su escepticismo públicamente. Fue Javier Lambán, uno de los hombres fuertes de los socialistas en Aragón, ya que es el líder del PSOE de Zaragoza, presidente de la DPZ y alcalde de Ejea de los Caballeros. Fue en La Rebotica, programa de Radio Zaragoza. Cuando acababa su intervención en una entrevista, y sin tiempo para que pudiera haber más preguntas: "Por cualquier sitio del mundo que vaya, mostraré mi orgullo por la Expo, pero nunca presumiré mucho de Gran Scala".

Es la primera vez que surge una voz socialista menos eufórica que las mostradas por sus socios de Gobierno, el PAR, a pesar de que el silencio mostrado por los miembros del PSOE es a veces más que elocuente. Incluso en el pleno del pasado viernes, durante la sesión de control, las intervenciones de los consejeros de Obras Públicas y Presidencia, ambos del PSOE, también dejaron entrever que no lo tienen demasiado claro. Ese día, Alfonso Vicente y Javier Velasco dieron explicaciones a la oposición en la que llegaron incluso a admitir que aún no había proyecto. En concreto, aseguraron que aún no había decisiones políticas tomadas porque no existía "el proyecto" y eso se debía a que aún no había terrenos elegidos para su ubicación.

DESTINO TURÍSTICO LÍDER El hecho de que Lambán se desmarcara ayer de los parabienes que ha recibido de los responsables gubernamentales indica que, en estos momentos, empiezan a aparecer voces discordantes incluso en los partidos que apoyaron el proyecto, que quiere levantar en un área monegrina todavía indeterminada cinco partes temáticos, 32 casinos y más de 70 hoteles, con una previsión de visitantes de 25 millones anuales. Esto situaría a Los Monegros entre los tres principales destinos turísticos del mundo.

De este modo, Lambán aseguró ayer que la Expo es un motivo para presumir, mientras que Gran Scala (de la que muchos estudios indican que su coste social es 2,5 veces mayor que sus beneficios económicos) no lo es tanto. Y menos cuando Aragón será el centro mundial de la sostenibilidad y el uso racional del agua. Y en medio de la sempiterna polémica del trasvase y la oposición frontal de Aragón hacia todos los proyectos que exigen un gran uso de agua en zonas en las que esta no es, precisamente, un bien abundante. Asimismo, la vinculación del proyecto al juego (una actividad que puede ocasionar graves daños de adicción) también ha sido criticado.