El presidente de Aragón, Javier Lambán, y el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, evidenciaron ayer que las relaciones institucionales entre la DGA y el consistorio están lejos de ser buenas, tampoco lo son entre el PSOE y Zaragoza en Común (ZeC), y también en lo personal se encuentran más distanciados que nunca. Los últimos debates en el ayuntamiento no favorecen un clima de cordialidad. La campaña electoral, tampoco. Pero no pasa todos los días que el presidente tache al alcalde de la capital de ser "como buen comunista que es, un autoritario". Algo que dejó "perplejo" al primer edil, que lamentó su "deslealtad" institucional por un interés que calificó de partidista.

Duras palabras las que le dedicó Lambán al alcalde de Zaragoza después de que este instara al PSOE municipal a apoyar en el próximo pleno su plan económico financiero para cumplir con la regla de gasto, el nivel de endeudamiento y la estabilidad presupuestaria. Para el presidente aragonés, el alcalde "considera que todos a su alrededor han de plegarse a sus iniciativas y directrices por perjudiciales y caprichosas que sean". Y le recordó que su partido ha cumplido "hasta la saciedad" con ZeC, "votando a este señor como alcalde sin ninguna contrapartida" por hacerlo.

"PERPLEJO" Por si quedaba alguna duda de su opinión, arremetió contra la "capacidad política y el alcance del oficio de los señores que gobiernan" en el ayuntamiento. A su juicio, han evidenciado ser "absolutamente incapaces". Y a esto se suman sus "reminiscencias y resabios comunistas profundamente antieuropeos".

Las palabras de Lambán durante un acto electoral del PSOE en el parque Bruil de Zaragoza cayeron como un jarro de agua fría al alcalde en el consistorio, que se topó con semejante cúmulo de críticas sin advertirlo y reconoció quedarse "perplejo" ante estas declaraciones. "Me parecen francamente un despropósito", señaló al tiempo que replicó que se define "como un alcalde constitucionalista, defensor de los derechos humanos y de las necesidades de los vecinos". Y, respecto a los apoyos recibidos, le recordó a Lambán que tras secundar su investidura y los presupuestos de este año, "lo lógico" sería actuar en consecuencia y no mostrar "actitudes obstruccionistas".

"Siempre he tendido la mano, he mostrado una lealtad institucional y he confiado siempre en que el diálogo marque las relaciones", dijo, para reprochar la actitud desleal con la que, a su juicio, actuó. Además, le recordó que seguirá "tendiendo puentes" y que espera que algún día "atienda a este alcalde para hablar de temas que interesan".