Las farmacias aragonesas admiten que los continuos cambios de precios de los medicamentos recetados por principio activo han "burocratizado" y "dificultado" su gestión. El cambio se produce como consecuencia de la decisión del Ministerio de Sanidad de sustituir el concepto de "precio menor" por el de "precio más bajo" acerca de lo que tenía que atender el farmacéutico a la hora de vender un fármaco.

La denominación anterior se refería no solo al medicamento genérico más barato del mercado sino también al listado de precios aprobado por el Gobierno para las prescripciones de los principios activos, pero la modificación aboca al licenciado a no poder elegir entre un conjunto de fármacos sino a vender el que cada mes tenga el precio más barato.

Así, los laboratorios hacen sus propuestas de precio a principios de mes y el ministerio autoriza al que proponga la oferta más barata, mientras que el resto no acceden a la financiación pública. Así, el sistema provoca un cambio de precios cada mes que está provocando quebraderos de cabeza a las farmacias de la comunidad. "Pedimos que el criterio más bajo quede unido a una garantía de suministro porque todo este cambio de precios hace que nuestra gestión sea más difícil", apuntó Raquel García, secretaria de la Junta de Gobierno del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, que, asimismo, subrayó que "todos los meses se cambian los precios debido a esa especie de subasta a la baja que se produce y las farmacias nos enteramos tarde, ya que no lo hacemos hasta el día 25, lo que nos deja muy poco tiempo para gestionar el stock".

SIN DESABASTECIMIENTO Y eso que Aragón se ha librado del desabastecimiento provocado en algunas comunidades por la imposibilidad de vender el segundo fármaco más barato. En Galicia, por ejemplo, el sistema informático solo permite dar al paciente el producto del laboratorio más barato.

Pero no es el caso de la comunidad aragonesa, donde el Departamento de Sanidad ha accedido a que las boticas puedan dispensar el segundo fármaco más económico y, así, evitar problemas a los pacientes. "Hay laboratorios pequeños que bajan mucho los precios y son los elegidos, pero no pueden suministrar a todas las farmacias, lo que provoca problemas, aunque los laboratorios grandes ya están bajando más los precios para poder competir", añadió García.

De momento, Aragón solo ha sufrido problemas de desabastecimiento por problemas puntuales de suministro, porque esa potestad para vender el segundo fármaco del mismo principio activo más barato hace posible que, en caso de que el más económico adoleciera de falta de suministro, se dispense el otro. Así, las farmacias aragonesas aseguran que la atención al usuario está garantizada.

CONFUSIÓN "Ningún paciente se va a quedar sin medicación --aseguró García--, aunque es cierto que todo este cambio de precios puede llegar a confundir al usuario, sobre todo, a los crónicos porque se le tiene que dar el fármaco con el precio menor y eso provoca que los envases no sean los mismos". En esas ocasiones entra en juego la profesionalidad del farmacéutico. "Lo importante es que el paciente tenga el medicamento adecuado. Si cambia el color o la caja, se le puede poner una pegatina o escribir un texto en el envase para que noten el cambio lo menos posible", indicó García.