Las trabajadoras de limpieza de los centros sanitarios del Salud en Aragón, en huelga desde hace 35 días, han encabezado hoy en Zaragoza la manifestación convocada por la "marea blanca" en defensa de la sanidad pública.

Coreando consignas como "Oliván, dimisión" -en alusión al consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Ricardo Oliván-, o "la limpieza, ni un paso atrás", cerca de mil personas, según los convocantes, han marchado por el centro de la ciudad con las trabajadoras de la limpieza en primera línea después de que ayer decidieran en una asamblea continuar con la huelga.

Así lo ha explicado el secretario de negociación colectiva de la Federación de Servicios Privados de CCOO, Mariano Álvarez Pina, quien ha indicado que en la asamblea rechazaron la propuesta del consejero de Sanidad de someterse a un arbitraje voluntario para desbloquear el conflicto porque no quieren tener un convenio colectivo "vacío de contenido".

"La gente quiere llegar hasta las últimas consecuencias", ha asegurado Álvarez Pina, quien ha apuntado que el colectivo seguirá haciendo visible el conflicto en la calle para que el Gobierno de Aragón "presione" a las empresas del sector y para que los trabajadores, que siguen dispuestos a negociar, no tengan que ceder más.

En declaraciones a los medios de comunicación, una de estas trabajadoras, Loli Almendro, no ha podido contener las lágrimas al explicar el agotamiento de este colectivo, que lo único que reclama es su derecho a un convenio colectivo "justo" y que les escuchen, porque "es el único pan" que entra en sus casas.

Por su parte, el secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios de UGT-Aragón, Esteban Lauroba, ha afirmado, respecto a un posible arbitraje, que sería "absurdo" dejar en manos de un árbitro la negociación de un convenio colectivo porque supondría reconocer directamente que la negociación colectiva ya no es viable.

En su opinión, el conflicto se ha estancado por la actitud "irresponsable" del Gobierno de Aragón, ya que el convenio colectivo del sector siempre se ha firmado cuando el Servicio Aragonés de Salud ha dado "instrucciones claras" a las empresas para que se firmara, pero en esta ocasión, ha dicho, la administración sanitaria no quiere que se suscriba un convenio "en condiciones".

"La administración sanitaria tiene un claro interés en que las condiciones laborales se degraden paulatinamente en el sector" y que sirva de "toque de atención" a otros colectivos para demostrar que la movilización no tiene ningún efecto, ha indicado Lauroba.

Por su parte, Alberto Navarro, responsable de la Federación de Servicios y Afines de OSTA, ha insistido en que el arbitraje es "una moneda al aire" y ha indicado que las trabajadoras continuarán con las movilizaciones en las dos próximas semanas, hasta que desde la Consejería de Sanidad y las empresas del sector "haya un cambio de actitud".