--¿Cuál es su propuesta?

--Que después de mucho tiempo de análisis nos hemos dado cuenta, de que Filosofía es una disciplina sin proyección... Sucede lo mismo con Griego y Latín.

--¿Qué quiere decir?

--Que con el tiempo ha perdido dinamismo. La asignatura Filosofía pura ha dejado de tener interés, en el fondo se ha visto que no sirve para mucho...

--Hombre, siempre es importante reflexionar...

--Sí, pero para eso no hace falta dedicar una carrera, es un asunto que se debe ejercer privadamente. Cada uno puede reflexionar sin un título académico.

--¿Y qué proponen?

--Pues que ese hueco que dejaría esta disciplina lo ocuparía una materia mucho más demandada: la cocina.

--¿La cocina, cocina?

--En efecto. Los gestores de la Enseñanza tienen que estar muy al tanto de lo que solicita la sociedad, de lo que pide la empresa. Y en estos momentos hay una gran demanda de un curso de grado sobre cocina.

--Pero ya existen las escuelas de cocina...

--Sí, pero aquí se impartiría un grado más elevado. Por hacer una broma sería el Top Chef.

--¿Y quiénes darían las clases?

--Hombre, tenemos a los mejores cocineros del mundo, son la marca España. Todos esos nombres que están en la mente de todos, esas estrellas Michelín, los convertiríamos en catedráticos, más luego esa colección de cocineros que hay en cada ciudad. No faltarían profesores.

--¿Y qué haríamos con todos los profesores de Filosofía que se quedarían sin empleo?

--Siempre se pueden reconducir. El Partido Popular no deja tirado a nadie; podrían incorporarse como profesores en el apartado de Historia de las Cocinas y Mesas del Mundo. Además de cocinar, los alumnos necesitan también un barniz cultural sobre la materia. Tenga en cuenta que esos alumnos tendrán un grado universitario.

--Entendido.

--Con toda seguridad estos licenciados tendrán trabajo inmediatamente. El sector servicios, y sobre todo el turístico, necesita cada día más profesionales reconocidos. España tiene que especializarse en estos temas vinculados al ocio, está claro. Hemos de elegir de una vez. Estamos a setas o a rollex, amigo.

--¿Y eso?

--No, que no podemos dispersarnos. El ministro Wert lo tiene muy claro: España es aventura, ocio, diversión. ¿Qué tenemos que ver nosotros con las máquinas, la investigación o la ingeniería? Nada, amigo mío.