La ciudad de Teruel procedió ayer a retirar los restos de la tormenta de granizo que barrió la ciudad a primera hora de la noche del viernes, pero todavía se tardará un tiempo en valorar el alcance de los daños.

El barrio más afectado fue el de San Julián, así como el polígono industrial La Paz. En el primero de ellos, todavía ayer las brigadas de limpieza del ayuntamiento se aplicaban en la retirada del granizo amontonado en las aceras, que en algunos puntos alcanzaba una altura de medio metro.

Numerosos tejados sufrieron desperfectos y se resquebrajaron los parabrisas de un número indeterminado de coches. Además, en el polígono de la Paz, a las afueras de la ciudad, varias naves habían sufrido graves daños en sus tejados, en particular el almacén Hyper Asia, donde la fuerza de la tromba provocó la caída de la cubierta de uralita.

Industrias como Ronal y Fertinagro se vieron afectadas por la granizada al inundarse sus instalaciones. El estado en que quedaron las máquinas y naves será objeto de una valoración.

Además, varias personas sufrieron hipotermia. Se trata de tres bomberos que se desplazaron a rescatar a un conductor que había quedado bloqueado en una calle y que también tuvo que recibir asistencia por el mismo motivo. Los cuatro recibieron el alta ayer.

La granizada, que llegó mezclada con abundante lluvia, duró en torno a media hora, tiempo suficiente para que se acumularan casi 40 litros por metro cuadrado. Esta situación provocó la súbita crecida del río Turia a su paso por la ciudad. De llevar 1,2 metros cúbicos por segundo, un caudal casi testimonial, pasó a 65. Sin embargo, ayer la altura del agua se había reducido sensiblemente al tratarse de un fenómeno episódico.

ÁRBOLES DAÑADOS // Por otro lado, las comunidades de vecinos estudian también los daños ocasionados en los inmuebles por el granizo, que cayó con suma violencia y entró en bajos, bodegas y garajes comunitarios. Otro efecto de la tormenta fue la caída de numerosas ramas de árboles en todas las calles de Teruel, que ayer amaneció cubierta de un manto verde de hojas que dio mucho trabajo a los servicios de limpieza.

Fuentes municipales manifestaron ayer que cayó granizo «en gran cantidad», pero que, «al no ser muy gordo», los daños no fueron excesivamente graves. La propia alcaldesa de la ciudad, Emma Buj, hizo ayer declaraciones en las que enumeró los lugares donde se habían producido más desperfectos, en particular en la rambla del barrio de San Julián.

Juan Carlos Cruzado, concejal de Urbanismo, manifestó que los daños en instalaciones municipales se redujeron a dos canalones arrancados y a inundaciones en varias dependencias. Añadió que particulares e industrias deberán peritar los desperfectos sufridos en los próximos días. Cruzado manifestó que las brigadas municipales, con la cooperación de los vecinos, habían despejado las calles más afectadas.