Aunque fue concebido como una herramienta de diálogo, el libro Tejidos de vecindad se ha convertido en un arma arrojadiza para seguir caldeando la tensión entre comunidades vecinas. Después de que el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, optara por realizar su discurso de fin de año en el monasterio de Villanueva de Sijena, un grupo de alcaldes independentistas catalanes ha decidido protestar contra este gesto orquestando una devolución pública de la publicación, vínculada a la exposición Dicen que hay tierras al Este.

Hasta el momento han sido los alcaldes de Alcarrás, Serós o Aitona (en Lérida) los que han manifestado públicamente su enfado con el obsequio que recibieron hace unas semanas en su alcaldía. Aunque en un primer momento se dijo que había sido enviado por la DGA, la institución que orquestó los obsequios fue la Diputación Provincial de Zaragoza, a través de la Institución Fernando del Católico.

Entre los argumentos esgrimidos para rechazar Tejidos de vecindad se incluyen algunas de las líneas del prólogo de la obra firmado por Lambán y Sánchez Quero. Los dirigentes socialistas destacan que la vecindad «es fuente de conflictos» y citan problemas con la gestión del agua, los bienes de Sijena o la gestión del Archivo de la Corona como fuente de desencuentros. Además advierten contra la «sinrazon absoluta del plantemiento secesionista» y defienden que no es «ajeno» a la responsabilidad de los aragoneses «evitar que se rompan» los nexos entre las dos comunidades.

Estas palabras han molestado profundamente a los dirigentes secesionistas, que han visto en el detalle navideño una intromisión en su gestión política. «Reclamamos el mismo respeto hacia la voluntad de los catalanes que nuestro municipio tiene con los aragoneses», denunció el alcalde de Alcarrás, Miquel Serra (ERC), según recoge el diario Segre.

«aleccioneador» / El regidor de Serós, Gabriel Pena (ERC), detalló que lo que más le ha molestado es «el carácter aleccionador» por parte de Lambán al que se refiere con un refrán: «Es como el maestro Ciruela, que no sabe leer y quiere poner escuela».

Y la alcaldesa de Aitona, Rosa Pujol (CIU), explicó en un bando municipal colgado en la página web del ayuntamiento que devolverá el libro. Y añadió que lo acompañará con una copia de la serie Comtes, una recreación histórica sobre la vida de los cuatro primeros condes catalanes. La protesta previsiblemente se hará extensible a otros ayuntamientos independentistas.

La Institución Fernando del Católico se mostró ayer ajena a la polémica. Fuentes del organismo indicaron que el envío del catálogo se realizó dentro de la «normalidad institucional» con la que siempre operan. En este sentido recordaron que se enviaron más de cincuenta libros tanto a ayuntamientos catalanes como aragoneses y que en algunos casos han recibido mensajes de agradecimiento. También indicaron que no existe constancia de ninguna devolución.

La obra Tejidos de vecindad, coordinada por el catedrático Alberto Sabio, es un complemento de la exposición que hasta esta semana se puede ver en el palacio de Sástago de Zaragoza. El Gobierno de Aragón, uno de los promotores de la muestra, matizó que únicamente ha mandado catálogos a los consistorios de Zaragoza, Huesca, Fraga y Reus, así como a aquellos organismos mu nicipales que han colaborado cediendo piezas.

Más matizados se han mostrado otros alcaldes de la zona. El dirigente de Almacellas, Josep Ibarz (CIU), aseguró que aún no han tomado una decisión sobre qué hacer con la obra, aunque recordó que otras publicaciones de cortesía que se reciben en el consistorio acaban en la biblioteca municipal. Sin embargo lamentó que se esté haciendo un uso «partidista» de algunos símbolos, como ha sucedido con los bienes monegrinos del museo de Lérida.

Por su parte, el alcalde ilerdense, Ángel Ros (PSOE), reconoció que aunque también ha recibido el obsequio de las instituciones aragonesas todavía no ha podido hacer una valoración del mismo. «Lo recibí justo antes de Navidad y no he tenido ocasión de leerlo porque estos días he estado trabajando el plan de ordenación urbana, cuando lea el prólogo y algo del libro podré dar opinión sobre el mismo», afirmó.

El libro Tejidos de vecindad está valorado en unos 50 euros y consta de más de 500 páginas de análisis sociales.