Cuatro años y medio después de su estreno, el Ayuntamiento de Zaragoza podría denegar mañana la licencia de actividad al edificio Aura, ubicado entre el puente de La Almozara y el Centro Natación Helios, solicitada y aparcada desde hace años pero que los técnicos de Urbanismo han rescatado para rechazar la petición. Básicamente porque, después de apercibir hace un año (el 12 de abril del 2016) a los dueños del edificio y empresas que lo explotan, de las deficiencias que tenían que ser subsanadas, estas no han sido corregidas y, destacan, algunas incluso han empeorado. Así que la próxima Gerencia dirimirá si se consuma el desistimiento y con él, tal y como señala también el servicio de Disciplina Urbanística, se le traslada «la imposibilidad del ejercicio de la actividad en tanto no obtenga la correspondiente licencia de funcionamiento».

Así lo concluye el informe en el que se sustenta la propuesta para denegarle la licencia a un inmueble, cuyo titular es Helios, pero que gestionan y explotan las firmas Ribera Dance, Ocio Ranillas y River Eventos, que tuvieron ocasión de responder a esas deficiencias detectadas, y que se basan principalmente a esa predominancia del uso de restauración y hostelería cuando iba a ser «complementario» del principal, el «deportivo».

A la documentación aportada, el servicio responde que «se aprecia que el uso deportivo que se indica no se corresponde con el autorizado en su día, llegando incluso a hacer desaparecer del plano de la planta sótano varios espacios deportivos que han pasado a transformarse en auxiliares de terciario-recreativo restauración». Además, también se ha eliminado en la «planta cuarta, que ha sido transformado en hostelero, restauración y oficinas». Su apreciación fue ratificada el 20 de marzo por el servicio de Inspección, que además detectó nuevas deficiencias, como la «creación de nuevas barras».

Las deficiencias que los técnicos aseguran que distan del proyecto inicial por el que se concedió licencia de obras y ambiental de actividad clasificada, en mayo del 2011, afectan a todas las plantas del edificio. Un centro que, en su día, se anunció a Urbanismo como de actividades náuticas con hangares, oficinas, club social y servicios de restauración que serían «complementarios». Hoy no solo son predominantes sino que el club social es una discoteca.

También señala el informe que el uso deportivo de la planta sótano no es tal; que las cubiertas y terrazas de las plantas 1 y 3 se usan «para el cocinado de cócteles y aperitivos al aire libre»; que se utiliza «como almacén» un espacio que iba a ser galería con «condensadores y compresores para generar frío»; y que se han cambiado «tres salas de entrenamiento» por «dos habitaciones con baño y zona de comedor».