Antes, mucho antes de existir las monedas, los seres humanos se abastecían de aquello que necesitaban deshaciéndose de eso que ya no les era tan útil. El origen del trueque viene de tiempos inmemoriales, sin embargo, el oscense Antonio Alagón ha transformado esta milenaria técnica para abrir una nueva puerta gracias a la La Llave Mágica.

"Se trata de una página web --www.lallavemagica.org-- creada con mi compañero Sergio Escartín que busca el aprovechamiento de fincas a cambio de contraprestaciones no económicas", explica su creador. Es decir, una persona que, por ejemplo, tenga un local se lo puede ceder a un carpintero que desea abrir su propia empresa a cambio de alguna pieza del trabajador. Pero lo mejor es explicarlo con un ejemplo práctico que el proyecto ya ha hecho realidad: "Una persona perdió a su padre que cultivaba un huerto, así que le ha cedido su uso a otra a cambio de algunos productos y de que lo mantenga en buen estado", relata Alagón.

Este arqueólogo de profesión tuvo la idea hace un par de años cuando, fruto de su profesión, necesitaba un local para desarrollar su trabajo. "Había muchas veces que mi apartamento estaba repleto de papeles de periódico por el suelo de piezas que estaba estudiando. Hubiera deseado tener un estudio, pero no podía permitírmelo", recuerda. En ese momento, el oscense se dio cuenta de la cantidad de locales públicos y privados que están cerrados, así como espacios infrautilizados. "Era algo teórico que tenía en mi cabeza, pero desde el estallido de movimientos como el 15-M he comprobado que puede servir a mucha gente".

Conciencia social

El momento en que surge La llave mágica no es espontáneo, sino que "acompaña al despertar que está viviendo esta aletargada y conformista conciencia social". La vertiente solidaria de este proyecto se transforma a su vez en un arma de denuncia ante la situación de abandono e infrautilización de fincas y espacios privados y públicos. "En este momento, más que nunca, hay gente que necesita un espacio para vivir o desarrollarse, pero no pueden afrontarlo económicamente", se lamenta Alagón.

"Personalmente preferiría que esta sociedad diera más oportunidades para poder acceder a lo que se necesita para desarrollarse", explica Alagón. Debido a ello y porque, por el momento, el dinero está por encima del concepto de colaboración, el objetivo fundamental es que La Llave Mágica "sirva de herramienta a alguien para poder solucionar un problema familiar, personal o profesional con una sola operación de intercambio", reflexiona.

Desde un ordenador o rellenando una sencilla hoja de registro, cualquiera puede convertirse en la persona que tenga la clave para abrirle la puerta a otra. "Es muy fácil, solo tienen que introducir lo que ofrecen, sea una finca, un coche o un servicio", después de esto el foro de la página web permite enlazar las ofertas. "Tenemos, por ejemplo, una persona que oferta un coche y a cambio necesita un trastero. Hay otro que tiene un tercio de hectárea de terreno que ofrece a cambio de un porcentaje de la producción", ejemplifica Alagón, quien ya está satisfecho cuando su proyecto lleva solo dos semanas en la red. "Que ya haya quienes buscan el acuerdo, demuestra que hay gente que no solo se mueve por dinero".