La intensa lluvia que cayó el pasado lunes en Teruel capital provocó la aparición de varias goteras en el hospital Obispo Polanco, que se vio afectado por esta situación en el pasillo que une la uci con la planta. Este hecho "no es nuevo", según explicó a este diario Jesús Martínez Burgui, vicepresidente del Colegio de Médicos de Teruel y miembro del sindicato de Médicos de Aragón (CESMAragón). "Ha vuelto a ocurrir en la misma zona donde ya sucedió hace unos meses. Las instalaciones no están adecuadas y es necesario un mantenimiento más constante", añadió.

Parte del suelo del pasillo se encharcó y uno de los ascensores dejó de funcionar debido a las filtraciones. Para recoger el agua que caía desde el techo, el personal del centro colocó varios cubos y papeleras, así como empapadores en el suelo. "Hasta que el nuevo hospital sea una realidad van a pasar varios años, hasta el 2017 por lo menos para que sea accesible. Así que lo lógico es que las instalaciones que tenemos ahora funcionen correctamente y estén preparadas para soportar estas situaciones", añadió Martínez.

El portavoz sindical reivindicó un nuevo hospital en Teruel. "Las goteras no son la justificación que lo exigen, sino que hay miles de condiciones que lo hacen necesario porque la ciudad requiere de un edificio más moderno, pero esta situación no la podemos consentir y es consecuencia del deterioro del edificio", subrayó Martínez.

SOBRE LA MARCHA

Desde el sindicato aragonés señalaron que los canalones de desagüe de los tejados están deteriorados y que, además de las goteras, hay ventanas que no cierran bien y grietas en algunas parte del edificio. "No hay que esperar a que ocurran las cosas para poner soluciones, sino que esto requiere un cuidado uniforme", apuntó Martínez.

Según matizaron fuentes del hospital, ayer se tuvo que cerrar un box de la uci debido a que la cama de esta estancia se rompió y no había material para reemplazarla.

Fuentes del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón reconocieron que cuando llueve en Teruel "hay zonas" del hospital en las que se filtra el agua. "Ha habido alguna incidencia estos días, pero sin importancia", señalaron. Al mismo tiempo, precisaron que "se trata de un edificio muy antiguo y las afecciones que surgen se resuelven sobre la marcha".

Las mismas fuentes del departamento añadieron que "en ningún momento" se ha visto afectada la actividad del hospital durante estos días.

La denuncia de afecciones en el Obispo Polanco, construido hace más de 50 años y que se ha quedado obsoleto, viene de años atrás. De hecho, hace unos años una filtración en la antesala de uno de los cuatro quirófanos obligó a reducir la actividad quirúrgica en el centro.