Después de varios meses sin atacar, el lobo que ha acabado con la vida de casi 400 reses en la comarca de los Monegros reapareció matando a dos ovejas. Tuvo lugar ayer en una explotación situada en el municipio zaragozano de Leciñena.

En esta ocasión el lobo ha vuelto a perjudicar a un ganadero que, desgraciadamente para él, no es la primera vez que sufre un incidente de las características. En su haber tiene hasta siete antecedentes en los que ha perdido 65 cabezas. A ello hay que sumar que las medidas de protección sugeridas por la administración y puesta en marcha por este empresario han fallado. La valla de 1,80 metros de altura fue sobrepasada por el lobo.

En este sentido, los ganaderos de la zona reconocen que «ya ha sido probada y se ha comprobado que no sirve de nada». «Cuando un animal tiene hambre es complicado atarlo en corto. No sé si habrá que poner vallas de tres metros o muros, pero estos lobos son capaces de escarbar y meterse por debajo», lamentaron.

La ausencia de ataques había hecho pensar a los dueños de ovejas que el lobo podía haberse ido a otra zona, si bien han tenido que lamentar que ha vuelto. Ahora solo esperan que no sea un goteo constante y que el Gobierno de Aragón tome medidas para que no se vuelva a repetir lo vivido meses atrás. Su economía está en riesgo.